english

sábado, 2 de abril de 2016

El país de las Maravillas, por Raquel Nieto

99 días

 
 
Como si se tratase del país de las maravillas, los objetos cotidianos se transforman en oráculos de geometrías imposibles en el espacio de la UCI.

Lo que era una rejilla de aire acondicionado, se muestra de repente como un jeroglífico que tenemos que descifrar si queremos seguir vivos. Siempre ese miedo de seguir vivos, de no caer en la casilla equivocada y desaparecer tragados por las arenas movedizas en las que se convertirá el colchón que ahora nos acoge.

Se despliegan en la cabeza, las aventuras de niños, de tebeos, cuentos, películas de terror que encuentran en esas pequeñas zonas de memoria, tierra fértil donde crecen y se hacen selva.

Encontramos en los brazos de los porta sueros, arboles de ahorcados del lejano oeste, en las maquinas que nos rodean, instrumentos de tortura con vida propia que nos atacaran si dormimos. Entramos en un estado de vigilancia y acecho desde la cama, nuestro castillo sin murallas ni foso, donde nos batimos contra dragones, serpientes gigantescas, hechizos y otras malas artes que siempre quieren destruirnos, o algo mucho peor, dejarnos presos en las mazmorras de ese país de maravillas, donde los conejos blancos y las alicias hace tiempo que se marcharon.

La memoria tiene tantas estancias, tantos armarios en cada una de ellas, para guardar tesoros de la otra vida, esa que dejamos tras las puertas de la UCI, que nos pertenece aun no habitándola, esa vida sin malos sueños ni drogas que calman pero también nos deforman el pensamiento, la memoria y el espacio.

Pensad, los que nos cuidáis a los dormidos, que no siempre vemos lo que sois, ni oímos las palabras que decís, que nos encontramos en el límite de vuestra realidad y nuestros sueños, sin distinguir cual es el lado correcto, con la esperanza de que en el siguiente despertar, reconozcamos el camino.
 

3 comentarios :

  1. Como podéis sentir una caricia, escuchar un susurro de aliento o percibir la calma que transmitimos, creo que habrá que poner ahí el foco. Gracias por la belleza de tus palabras!

    ResponderEliminar
  2. Así es. Supongo que el contacto cálido tiene el mismo significado universal y es agradecido hasta en nuestras peores pesadillas. Gracias!!

    ResponderEliminar
  3. Buenas noches a tod@s.

    Os refresco la memoria. Sábado, 30 de mayo de 2015: “Yo decidí dejar a la Raquel cotidiana detrás de la puerta de la habitación E008, para encontrarme con ella después de finalizar mi viaje”. Raquel Nieto, fibrosis pulmonar, transplante bipulmonar que le salvó la vida.

    “Como si se tratase del país de las maravillas, los objetos cotidianos se transforman en oráculos de geometrías imposibles en el espacio de la UCI.”

    Un oráculo (μαντειον) es una respuesta que da una deidad por medio de los sacerdotes. Del templo de Apolo en Delfos, concretamente de su oráculo, al pie del monte Parnaso, manaban manantiales donde se reunía Apolo para tocar la lira y cantar con el resto de divinidades. Este oráculo tenía una gran afluencia de médicos, que acudían a preguntar al dios acerca de las enfermedades.

    Apolo era el ambivalente dios que representa la enfermedad y el remedio a la par, y su hijo Asclepio, al que Zeus fulminó con un rayo por ofenderlo y al que su padre repuso tras expiar su culpa, fue ascendido por su padre al Olimpo como dios de la Medicina. Asclepio tuvo tres hijas, Higiea, Panacea y Yasó (la Saludable, la Remediadora de todo y la Curadora). Las tres caracterizaron las cualidades de su progenitor, por lo que las tres le confirieron su virtud: la FALIBILIDAD.

    Como las tres hijas de Asclepio, los tres problemas de geometría imposible que ocuparon a los griegos (la duplicación del cubo, la trisección del ángulo y la cuadratura del círculo) NO SUPIERON SER RESUELTOS..., ni nosotros tampoco somos capaces de hacerlo. La única ventaja que tenemos sobre ellos es la de saber por que son irresolubles.

    Gracias.

    Félix José Martín Gallardo

    swx20088@gmail.com

    ResponderEliminar