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miércoles, 31 de agosto de 2016

Hablando de Duelo con Mamen Segovia y Carlos Hernández

 
Hola a tod@s, mis queridos amigos.
 
Día frenético para la H ayer, con 4 apariciones en diferentes medios de comunicación.
 
Si amanecimos con la entrada del Proyecto en el Telediario de la 1 de TVE, a las 10 de la mañana nos volvimos a colar en la pequeña pantalla para hablar de duelo, con nuestra querida compañera Mamen Segovia.
 
 
 
 
Esta vez fue en Telemadrid, en el programa Madrid Contigo gracias a María López. Además Mamen no estuvo sola, contó con un compañero excepcional: Carlos Hernández, sociólogo y director de la Consultora 'Dos Abrazos' y autor del libro "Un intruso en la familia".
 
Como en otras ocasiones, Mamen estuvo sencillamente maravillosa y junto a Carlos nos ayudaron a entender mejor el proceso del duelo y a hablar de la muerte con las familias, además de la dificultad de comunicar malas noticias como profesionales.
 
No os la perdáis.

 


 
Por la tarde, nuevas apariciones a través de la entrevista Responsabilidad Socio Sanitaria, el Periodico de las Redes Sociales y desde Argentina vía Radio, gracias a Gremial Médica.

#humaniza es cosa de todos.
Seguimos.

Feliz Miércoles,
Gabi

martes, 30 de agosto de 2016

El poder de la palabra en la UCI, por Mariana Pedace


La Unidad de Cuidados Intensivos es uno de los servicios donde transcurren los acontecimientos más intensos de un Hospital. 
 
El estado de salud de los pacientes es crítico, los familiares experimentan sensaciones desgarradoras y los profesionales deben tomar decisiones sumamente complejas bajo presión de tiempo y dificultad. La angustia,el dolor, la incertidumbre, la tensión recorren los pasillos de la sala y son moneda corriente para todos los actores de las UCI. 
 
Sin embargo, también lo son la conmovedora sorpresa de una mejoría inesperada, la alegría de volver a comunicarse con una persona que no estuvo lúcida durante días y la esperanza de poder reanudar un proyecto de vida que parecía perdido. El tiempo no escapa a este alud de sentimientos y adquiere otro ritmo: a veces transcurre muy rápido, otras, demasiado lento, o incluso, en ciertas circunstancias, parece estar detenido. 

Esta marea de sensaciones y sucesos puede resultar excesiva y agotadora para todos los protagonistas que convergen por distintos motivos en tan extremo y asombroso sector de la institución hospitalaria. 

Como profesionales, ¿qué podemos hacer para encauzar este torbellino de emociones y experiencias?. ¿Con qué herramientas contamos para amortiguarlo, incluso, para transformarlo en algo valioso y significativo? 

La fórmula es mucho simple de lo que podemos imaginar. Basta con apelar al recurso más potente y económico del que disponemos todos los seres humanos: la palabra. Las palabras permiten hilvanar mentalmente las sensaciones, tejer redes que le den forma, explicarnos lo que sucede, insertarlo en nuestra historia y de esta manera capitalizar el impacto que generan. Sólo debemos hacernos la pregunta ¿quién soy yo? para percatarnos que todos “estamos hechos de historias”, como dice el gran escritor de Eduardo Galeano. Los relatos permiten dar significado a nuestras experiencias. Los seres humanos necesitamos “como el aire que respiramos” que lo que nos sucede tenga sentido para conservar un relativo equilibrio psíquico.


 

Ahora bien, para facilitar que estas narraciones surjan y se desplieguen, los profesionales de la UCI tenemos a mano otro recurso también invaluable: escuchar. Acercarnos, mirar a los ojos, dejar hablar sin juzgar ni rechazar los sentimientos del que se está expresando. Dar señales que estamos prestando atención mediante gestos como asentir con la cabeza, resumiendo ocasionalmente lo que dice o demostrando que uno comprende lo que está sintiendo. La cantidad de tiempo que podemos dedicar a esta tarea es mucho menos importante que la calidad que podamos darle, al considerar el efecto que tiene sobre el que habla y sobre nosotros mismos el estar escuchando. 

Si todos los protagonistas de la Terapia tomamos unos minutos para hablar y escuchar lo que nos sucede, las intensas experiencias que vivimos a diario pueden procesarse subjetivamente. Y al hacerlo, disminuye el sufrimiento y el alud de sucesos inconexos se convierten en episodios que pueden tener sentido dentro de la irrepetible historia de trabajar en una UCI. No se trata de contar con recursos extraordinarios o disponer de mucho tiempo. Lo único que necesitamos es tomar conciencia que volver a lo que nos distingue como seres humanos: el lenguaje y la comunicación, es la vía privilegiada para que la apuesta de trabajar en uno de los lugares más intensos del Hospital pueda renovarse día a día.
 
Coordinadora de la Residencia de Psicología

sábado, 20 de agosto de 2016

Highlights #2JHUCI

 
Hola a tod@s, mis queridos amigos.
 
Por fin llega el video resumen con los mejores momentos de las #2JHUCI.


 
 
Una preciosa historia de vida y de amor contada por muchos protagonistas, con la que ponemos punto y seguido durante los próximos días en este espacio porque la H nos lleva al otro lado del Atlántico.
 
Todo mi agradecimiento a Jordi Alcalá de Kitte Runners Films, por haber sabido contarla tan bien.
 
De corazón, no os la perdáis.
 
Seguimos.
Gabi
 
 


 

viernes, 19 de agosto de 2016

Viendo lo Invisible: la Fundación HU-CI de Colombia

 
Hoy, en el turno de la mañana una estudiante de enfermería, me preguntaba: 

- "¿Que es la Humanización de los Cuidados Intensivos?".
 
Pensé un segundo y le he contestado: "Mira, ¡¡¡cómo es posible que nosotros (que somos seres humanos), que además cuidamos seres humanos (no somos descendientes de ningún Zeus ni nada de eso), tengamos ahora que parar, a pensar que debemos Humanizar lo que hacemos todos los días!!!! ¿Por que ha pasado esto?. 
 
Le decía a la estudiante de enfermería: "¿En dónde nos perdimos? ¿En donde nos salimos del norte?. Pues mira, que el norte lo perdimos desde el inicio: Las facultades de salud, por siglos nos han enseñado a saber de órganos alterados, no de seres humanos que han enfermado de alguna patología: osea, nos obligaron a solo ver órganos.
 
Y las leyes de seguridad social en salud, han legislado sobre patologías, también olvidando al ser humano que porta dichos órganos. Y sumado a este panorama tan gris, nosotros los cuidadores, nos hemos creído el cuento que somos descendientes de los Dioses: mentiras, somos iguales que a todos los seres humanos. 
 
Pues bien: llegó el momento de unir todos los esfuerzos en uno solo: TENEMOS QUE VER LO INVISIBLE. A lo que siempre ha estado allí: al ser Humano: aquel que siente, piensa, teme, además con 5 sentidos, tiene además familia y tiene un rol social definido".

Por tal motivo, pensando un día que ni las EPS (seguridad social en salud en Col), ni las IPS (clínicas u hospitales públicos y privados en Col), ni el Ministerio, ni los laboratorios farmacéuticos nos van a sacar adelante el Proyecto HU-CI de España, en Colombia decidimos hacer una Fundación para Humanizar las UCI. La primera sucursal del Proyecto.




Pero que tuviera todo el poder jurídico y contable, que le diera la fuerza de perdurar en el tiempo (Dr. Carlos Colmenares U, Ilustre abogado), que tuviera una representación nacional: la AMCI (Asociación Medicina Critica y de Cuidados Intensivos, Dr. Agamenón Quintero), para darle la seriedad académica y científica, que tuviera cuatro motores que lucharan en tormenta y viento en contra: la Sra. Sandra Caicedo y Patricia Castaño (damas de la sociedad Cucuteña), la estudiante de Psicología de último semestre Catalina Ospina y la Trabajadora Social, Dora Rozo.

Para que, a través de las propuestas emanadas del Plan de Humanización entregado en Madrid y sus 8 estrategias, pudiéramos ver lo invisible en nuestro pacientes, en las familias, en las Instituciones y en nosotros los cuidadores del sistema de la salud en nuestra Colombia. 

Esta Fundación y sus estatutos, velaran por las políticas de educación, investigación, intercambio académico, docencia y servicio a todos los pilares que antes eran invisibles: hoy ya los vemos.

Gracias Gabi. Gracias España.

Nota: todo ha sido gratis. Las personas que nos han escuchado esta historia nos han dicho: "¡Lo hago porque he creído en esto!: En seres más humanos." ¡Los hay!.

Jefe de UCI de la Clínica Norte.
Cúcuta, Norte de Santander, Colombia

jueves, 18 de agosto de 2016

El paso de UCI a HU-CI, por Mónica Ferrero


El año pasado quise conocer vuestra opinión, necesidades y sugerencias respecto a la infraestructura y espacios en las UCI. Después de preguntar a los profesionales Vicente Gómez Tello y Laura Díaz, al expaciente José Luis Díaz y a el familiar Manuel López me sorprendí mucho al comprobar que siendo personas con diferentes perspectivas, sus opiniones coincidían: intimidad para el paciente, luz natural, espacios familiares y cercanos “sentirse cómo en casa”, salas de espera cómodas y elementos de distracción para evitar el sentimiento de que “el tiempo no pasa”.

Todos demandaban espacios humanos y amables, espacios por mejorar para pacientes, familia y personal sanitario.

En los últimos post hemos preguntado a los profesionales: ¿crees que ha habido una evolución, notas un cambio? ¿Se están humanizando los espacios en las unidades?.

La respuesta es SI, se ha iniciado el proceso del cambio.

Al igual que cada uno de nosotros somos un mundo, las UCI también lo son, porque tienen necesidades y prioridades diferentes. Me ha encantado ver cómo Laura y Vicente nos han contado todas las acciones que han emprendido para humanizar sus HU-CI.
 
Son conscientes de que se necesita inversión para poder mejorar o adaptar la infraestructura existente, pero hay mejoras que se pueden realizar y de hecho ya se están llevando a cabo como: instalación de cortinas para la intimidad, la personalización del espacio de cada paciente con: fotos, dibujos, libros, música, etc.., cuidar el confort acústico para reducir el ruido, están probando dispositivos de comunicación visual electrónica…

Hay unidades que llevan tiempo realizando algunas de estas acciones de forma habitual para el proceso de cuidado y cada vez se suman más. Un ejemplo son los #paseosquecuran que están siendo “algo novedoso” y se podrían normalizar adaptando la infraestructura para hacerlos de forma más cómoda para todos.

Cuándo estuve en Barcelona, muchos de vosotros me contasteis qué estabais haciendo en vuestras HU-CI o que os estabais planteando hacer. Me encantaría que lo compartáis en los comentarios del post.

Os animo a que humanicéis vuestras unidades. Si os sentís perdidos y no sabéis por dónde empezar podéis descargaros el Plan de Humanización de la Comunidad de Madrid e ir viendo cuales de los objetivos y actividades podéis aplicar para mejorar vuestras unidades. Sin duda el plan es un gran punto de partida para las unidades que quieran convertir su UCI en HU-CI.

Porque como nos decía Vicente: “Esta sección establece como objetivo crear espacios humanos que fomenten el bienestar físico y psíquico de los pacientes, familiares y profesionales”.




Y a los que estáis al 150% como decía Laura os animo a que sigáis porque es adictivo, ya sabéis: “Cuando haces pop, ya no hay STOP”.
 
¡Saludos!

miércoles, 17 de agosto de 2016

Un año después: Mónica Ferrero entrevista a Vicente Gómez

 
Si ayer conocimos la experiencia de Laura Díaz sobre la evolución y la humanización en los espacios sanitarios en su unidad, hoy vamos a conocer la experiencia de Vicente Gómez Tello.

Vicente es médico especialista en Medicina Intensiva en el Hospital Universitario Moncloa, moderador del
módulo 2: Tecnología, estructura y humanización ¿compatibles? en las II Jornadas de Humanización de los Cuidados Intensivos y además ha sido secretario y miembro del grupo de trabajo “Humanización en Unidades de Cuidados Intensivos” del Plan de Humanización de la Asistencia Sanitaria de la Comunidad de Madrid.



- Vicente, ha pasado un año desde
nuestra entrevista. ¿Has notado algún cambio en tu unidad?

"El Plan de Humanización de las UCI de la Comunidad de Madrid ha supuesto un hito en la mejora del aspecto humano, no técnico, del cuidado sanitario. Este documento se ha centrado en la proposición, definición e implementación de medidas para ese fin.

Su capítulo sobre infraestructura sanitaria ha sido redactado mediante la estrecha colaboración de profesionales de diferentes campos. Esta sección establece como objetivo crear espacios humanos que fomenten el bienestar físico y psíquico de los pacientes, familiares y profesionales. A través de diez objetivos específicos y 40 actividades, con, en ocasiones más de un indicador por actividad, se pretende conseguir un cambio en las estructuras para hacerlas más eficientes, cómodas y saludables para todos los agentes implicados en el cuidado.

Podríamos decir que, aunque ambicioso en algunos de sus fines, y con la desventaja de un coste económico no siempre bajo, las propuestas sobre infraestructuras tratan de conciliar la factibilidad con el impacto inmediato. Medidas sobre control del ruido, comunicación del paciente, y confort en la sala de estar de familiares, pueden ser ejemplos de cómo cambiar hábitos y barreras molestos. Estas actividades fueron expuestas visualmente en una ponencia durante las II Jornadas de Humanización en Cuidados Intensivos, celebradas en Barcelona.  

Todavía estamos en una fase precoz de difusión y explicación del documento a todos los profesionales sanitarios de las UCI. Pero va calando la sensación de que no es ciencia ficción el realizar modificaciones sencillas, sin esperar a realizar costosas obras, que hagan de nuestros entornos (boxes, espacios profesionales y áreas de familiares) lugares más agradables donde cuidar y trabajar.

El colaborar en este documento me ha hecho reflexionar con mis compañeros de Unidad sobre aspectos estructurales. Los cambios aún no son espectaculares, pero hemos hecho avances. Concretamente en mi UCI, somos más conscientes del problema que genera el ruido nocturno y existe una progresiva sensibilización sobre su control.

También nos hemos preocupado de obtener una mayor personalización del box para que el paciente pueda reconocer estímulos familiares (fotos, cuadros). Finalmente, estamos probando
dispositivos de comunicación visual electrónica con enfermos intubados y/o paralizados que nos permitan averiguar que desea un paciente con limitaciones de expresión.

Sí es relevante que, durante el último año la humanización, también en las infraestructuras sanitarias, se ha convertido en un tema de tendencia entre pacientes, familiares, profesionales y gerentes. 

El Plan de Humanización, ha permitido crear un ambiente de opinión y debate favorable entre estos colectivos. De ese foro surge, y surgirá cada vez más, la necesidad de implementar cambios en nuestro modo y entorno de cuidados. De no considerar de manera apriorística la inevitabilidad de un statu quo pavimentado de conceptos obsoletos santificados por una rutina acrítica.

Brota con fuerza un clima de opinión basado en la empatía y la emoción, pero sustentado en instrumentos y metodología contrastable, que harán posible el “pequeño milagro” de conciliar competencia técnica con calidez humana".

Quiero agradecer a Vicente Gómez-Tello su colaboración. ¡Mil gracias! por responder de nuevo mi pregunta y no te pierdas mañana el post final.

¡Saludos!

Mónica Ferrero
Interiorista en
Lab In Action

martes, 16 de agosto de 2016

Un año después: Mónica Ferrero entrevista a Laura Díaz


Cuidar los espacios es muy importante. Para diseñarlos hay que conocer muy bien las necesidades que plantean por lo que necesitamos mucha información para proyectarlos.

El año pasado hice una serie de entrevistas para conocer vuestra opinión sobre los espacios e infraestructura en las UCI: estado actual, necesidades y sugerencias. 

Para ello pregunte a los profesionales Vicente Gómez-Tello y Laura Díaz, al expaciente de UCI José Luis Díaz y a Manuel López como portavoz de los familiares.

Han pasado muchas cosas durante este año. Proyecto HU-CI ha tenido una gran repercusión y no deja de aumentar el numero de seguidores nacionales e internacionales; se han realizado las II Jornadas de Humanización de los Cuidados Intensivos en Barcelona y se ha publicado el Plan de Humanización de las UCI de la Comunidad de Madrid.

Este año quiero saber si se ha producido una evolución, si los espacios se están humanizando entrevistando a los mismos profesionales del año pasado.

Laura Díaz es enfermera de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario Doce de Octubre, además ha participado en la elaboración del Plan de la Comunidad.



 
- Laura, ha pasado un año desde nuestra entrevista ¿Has notado algún cambio en tu unidad?

Recuerdo el día que Gabi Heras vino al hospital a contarnos en qué consistía eso del “Proyecto HU-CI”… cómo nos habló de cosas que, muchas de ellas, llevamos años haciendo sin que este proyecto existiera, y cómo nos mostró que había otras que podíamos cambiar o simplemente organizar, y por tanto, mejorar. Desde entonces, muchas cosas han pasado, a nivel internacional, nacional y más concretamente en mi unidad: Empezamos con las “puertas abiertas” a familiares… una idea que al principio causó descontento y que costó asimilar, pero que creo que poco a poco la experiencia y ver como esto ayuda al paciente, nos ha hecho entender lo beneficioso que puede llegar a ser. Pero ¡ojo! Tampoco es algo que, al menos en nuestra unidad, no se hiciera antes en casos “especiales” o cuando la situación lo requiriera… simplemente ahora se ha convertido en una rutina más de nuestro trabajo.

Y oír, como oí ayer a la mujer de mi paciente, decirle “Esta es la UCI más enrollada de todo Madrid, ¿sabes que nos dejan estar contigo todo el día…?”, es muy gratificante.

Además, se creó un grupo de humanización integrado por personal de enfermería y médicos, con el fin de promover proyectos y protocolos para su desarrollo en la unidad, y que en las Jornadas de Humanización de Barcelona ya presentaron dos póster con algunas de las mejoras hechas hasta la fecha.

Por supuesto, continuamos permitiendo las fotos, dibujos, libros, música, móvil… cualquier cosa que pueda acercar más al paciente a su ambiente familiar, algo que se ha hecho desde siempre en esta unidad.

Lo peor, y más difícil de cambiar, es la infraestructura. Nuestro hospital es antiguo, de los primeros grandes hospitales de Madrid, con muchas barreras arquitectónicas, sin boxes individuales, espacios pequeños… En resumen, falta de intimidad. Poco a poco y con mucho esfuerzo, (parece ser que estamos en tiempos de ¨crisis” y el dinero asignado para cambios es, a todas luces insuficiente) hemos conseguido también pequeñas mejoras en este sentido, como poner cortinas entre las camas, que, al menos parcialmente, favorecen el respeto a la intimidad del paciente y por consiguiente a su familia. Para mí lo primordial de todo en cualquier caso, y por lo que más luchamos día a día todos los compañeros.

Porque el proyecto que se ha creado es muy bonito y sin duda muy beneficioso para el paciente, pero necesitamos la colaboración de los estamentos encargados de asignar los presupuestos de mejora para llevarlo a cabo, porque la implicación del personal sanitario en el proyecto es, sin ningún tipo de duda, del 150%.

Quiero agradecer a Laura Díaz su colaboración. Mil gracias por responder de nuevo a mi pregunta y recordarte que no te pierdas mañana la respuesta de Vicente Gómez.

¡Saludos!

Interiorista en Lab In Action

sábado, 13 de agosto de 2016

Video #2JHUCI: Entrega de premios, conclusiones y bonus track de fotos

 
Hola a tod@s, mis queridos amigos.
 
Compartimos hoy el penúltimo video de las #2JHUCI.
 
 
 
 
 
En 13 minutos, podréis ver la ceremonia de entrega de premios, las conclusiones, el acto de clausura y un bonus final con las fotos de las jornadas.





Y la semana que viene...¡la última gran sorpresa para todos!. Permaneced atentos, porque os encantará.

Feliz fin de semana,
Gabi 

viernes, 12 de agosto de 2016

H-Ecuador también se escribe con H

 
Hola a todos, mis queridos amigos.
 
Si la semana que viene viajamos a Argentina al 26º Congreso de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, en Septiembre Carmen Segovia y José Carlos Igeño ponen rumbo a Quito (Ecuador), para participar en el "II Curso Internacional de Evaluación y Manejo del Paciente Crítico".
 
 
 
El Curso, que se llevará a cabo del 1 al 4 de Septiembre,  ha sido organizado por el equipo de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Luis Gabriel Dávila, liderado por el Dr. Santiago Párraga.
 
Esta grata experiencia contará con la participación de renombrados conferencistas nacionales e internacionales y el aval del Ministerio de Salud Pública, la Universidad de las Américas, y la Sociedad Ecuatoriana de Cuidados Intensivos; con un programa académico centrado en temas actuales y de gran interés en el manejo multidisciplinario e inclusivo del paciente, con la participación de la familia, potenciando una atención de calidad y humanizada de los cuidados intensivos.
 
Este es el intenso programa, donde la H tiene un claro protagonismo: satisfacción, puertas abiertas, el plan de humanización de las UCI, counselling, duelo, malas noticias, limitación del esfuerzo terapéutico y el proceso de morir. Todo un honor y un orgullo para Proyecto HU-CI prender la llama que #humaniza en los compañeros ecuatorianos.
 
Para más información:
 
INFORMES E INSCRIPCIONES
Av. Colón 2277 y Ulloa, Edif. Fierro, 2do. Piso, Oficina 2a
(02) 2522 612 / 0998 491 937 móvil

coexponeidams@yahoo.com 


Agradecidos e ilusionados con esta oportunidad. Seguimos rompiendo las reglas y abriendo fronteras, porque esto es cosa de todos. #Benditalocura.

Feliz Viernes,
Gabi

jueves, 11 de agosto de 2016

#saldelaUCI: El protocolo paseo


Durante los años de existencia de Proyecto HU-CI, hemos promovido diferentes medidas para Humanizar los Cuidados Intensivos.

Una de ellas destaca porque rompe especialmente con las reglas establecidas: Sacar de paseo fuera de la UCI a los pacientes. Llegados a este punto que pudiera resultar un tanto conflictivo, me gustaría hacer dos consideraciones: ¿Qué reglas? y ¿quién las escribió?.

Últimamente esta tendencia de los paseos está yendo a más. En nuestro blog, en las redes sociales, cada vez son más las UCI que cuelgan imágenes de pacientes a los que sacan fuera de la UCI, de paseo. Podemos ver imágenes de enfermos en sillas de ruedas o en camas, acompañados por varios profesionales o incluso por sus familias. Enfermos de larga estancia en UCI con su traqueostomía y conectados al ventilador, o tras pocos días de ingreso ya casi recuperados y a punto de ser dados de alta. 
 
 



¿Pero ciertamente es un valor en alza?. ¿Una práctica en auge?. O simplemente, ¿es que ahora se cuenta y antes se ocultaba? Hasta donde yo puedo saber, en el año 1999 conocí una UCI donde sacaban a un enfermo de ELA a una terraza contigua en una silla, conectado a un ventilador. Investigando durante estos últimos años, he sabido de otras UCI donde esta práctica se ha realizado desde tiempos inmemoriales. Así que… ¿Cuál es la realidad?.

La realidad es que sí se hacía, y en algunos sitios siempre se ha hecho, pero poco y de manera oculta. Casi como si se tratara de un pecado, de algo mal visto. De algo extraordinario y demasiado heterodoxo.
Y la realidad actual es que ahora, en muchos lugares se pone en valor como una manera de realizar una medicina de mayor calidad y calidez humana. Y además de realizarse con una frecuencia mucho mayor, se cuenta… Para que la gente lo vea y lo haga. Y claro: la gente lo hace, porque humanizar… engancha.

¿Solo por eso? Evidentemente no. Hay muchas otras razones que podemos entrar a debatir intensamente. Debatir enriquece y del debate salen ganando nuestros pacientes.

Sacar a un paciente de la UCI a dar un paseo es un acto que produce tantos beneficios que caen por su propio peso. Pero para ello hay que tener en cuenta la primera premisa obvia en este tipo de Cuidados: la individualización.

Es obvio que no se va a sacar de paseo a un paciente con un síndrome de disfunción multiorgánica, conectado a ventilación mecánica, en prono o con hemodiafiltración venovenosa continua. Es obvio que no se va a sacar de paseo a un paciente que acaba de ingresar con un infarto.

Es tan obvio… como pensar que un paciente con una escala de delirio  (CAM-ICU por ejemplo) positiva al ingreso, reducirá sus posibilidades de sufrir un episodio de delirium si por la tarde le damos un paseo por los jardines del hospital.

Los beneficios de salir de la UCI durante un rato en pacientes seleccionados son enormes. Podríamos decir que disminuyen la necesidad de analgesia, de antipsicóticos, de sedantes para combatir el insomnio, que aumentan la sensación de bienestar, el optimismo, la colaboración del paciente y la confianza en el equipo (también por parte de la familia). Que ayudan al proceso global y holístico de los cuidados y tratamientos que llevan a la curación. Y las familias se integran y vamos todos a una...¿Alguien duda del poder curativo de la luz del sol o de sentir otra vez el aire?. Son #paseosquecuran.


En muchas UCI lo vemos desde hace años. Pero habría que realizar estudios prospectivos y aleatorizados que lo demostraran… ¿Habría? ¿En serio? ¿De verdad hay que demostrar eso con números? Para ser autocríticos, no se si en la Medicina Intensiva, en la ciencia y el arte de curar, a veces olvidamos la parte del arte y nos volvemos un poco extremistas con el tema de los ensayos clínicos.

No obstante hay que entender el trabajo sistematizado y protocolizado como una vía para garantizar la calidad.
 
Por este motivo, creamos hace tiempo “El Protocolo Paseo” Hoy os invitamos a conocerlo, discutirlo, adaptarlo y... a usarlo. ¿Por que no?

En cuanto a los ensayos clínicos… todo se andará. Ahora mismo eso no es lo importante.

Dr. José Carlos Igeño Cano

Jefe de Servicio de Medicina Intensiva y Urgencias.
Miembro del Proyecto HU-CI.
Hospital San Juan de Dios de Córdoba

miércoles, 10 de agosto de 2016

Aviso a navegantes. Por Josep-María Sirvent

 
El post que hoy os presento pretende hacer una observación y a la vez compartir experiencias entre los que desde hace un tiempo venimos aplicando las líneas del proyecto HU-CI, cuyo principal objetivo es ofrecer unos Cuidados Intensivos seguros, de calidad y más humanos.

Después de observar varios casos de familiares y pacientes en la UCI a los que se ha ampliado el horario de visitas, se les ha implicado en los cuidados de su familiar enfermo y se ha autorizado el uso de aparatos electrónicos, a la vez hemos visto cómo ha aparecido una gran complicidad entre los familiares y los profesionales, hasta el punto de ser excesiva y contraproducente con la pérdida de límites y confusión entre los derechos y los deberes de los pacientes y familiares respecto a los profesionales. 

De esta forma y sólo en algunas ocasiones, hemos podido observar cómo el “colegeo” y a veces el exceso de información ha derivado en una relación patológica entre el familiar y los profesionales, acabando con la pérdida del respeto al excelente trabajo de los profesionales del servicio. 

 


Lo que les cuento, no es un caso ni dos sino algunos más y a mi entender tiene su explicación en que en nuestro país y probablemente en todos, la educación, el respeto al trabajo de los profesionales, la relación entre las personas y la humanidad es un bien preciado de la sociedad que no todo el mundo está suficientemente preparado para ejercer, independientemente del estrato social al que se pertenezca.

Habría que preguntarse si los propios profesionales han sabido mantenerse en su sitio y poner a pacientes y familiares en el suyo al inicio del proceso del paciente crítico al ingresar en la UCI. No es una tarea fácil, pero debemos dedicar el tiempo necesario a dar la información justa y adecuada a cada familia y paciente.

Me gustaría que entendierais mi observación, no estoy diciendo que el cuidado clásico en la UCI era mejor, todo lo contrario, pero sí que quiero advertir que debido a la falta de educación y a la falta de comprensión de algunas personas e incluso de algunos profesionales, en ocasiones puede ocurrir que “la HU-CI se nos escape de las manos”.


martes, 9 de agosto de 2016

Voluntades precipitadas. Por Ángela Alonso


-"¿Por qué no le preguntamos a ella qué es lo que prefiere?". 

Con esta frase acabamos finalmente la conversación. Llevábamos más de 15 minutos intentando decidir sus hijas y yo qué sería lo mejor para Carmen.

Carmen era una adorable anciana de casi ochenta años que había ingresado hacia pocos días en la UCI. Ni un solo reproche o queja había salido de su boca durante estos días, ni cuando le colocábamos la mascarilla de la ventilación no invasiva que le apretaba sobre la úlcera por presión de su nariz. Todo le parecía bien.

El ingreso en UCI había sido de esos que solemos decir “un poco límite”. Hasta ese momento había convivido amigablemente con su fibrosis pulmonar moderada. A pesar de su fragilidad tenía una calidad de vida buena, hacía despacito las cosas de casa, salía a la calle acompañada y estaba muy atendida por sus hijas. Aunque sabíamos que una infección respiratoria podía ser determinante en su evolución hiciésemos lo que hiciésemos, decidimos ingresarla en la UCI para darle una oportunidad con soporte ventilatorio no invasivo, asumiendo por ambas partes que ese sería el tope terapéutico en la UCI. Cuando digo “ambas partes” me refiero a sus hijas y a los intensivistas, no a la paciente, a la que excluimos deliberadamente de la decisión para no preocuparla. 

La evolución posterior confirmó nuestros pronósticos. Ni la oxigenoterapia a alto flujo ni la ventilación no invasiva pudieron paliar su insuficiencia respiratoria. Se estaba agotando. En ese momento aparecieron las dudas en las hijas sobre si la actuación “pactada” era la correcta. Llegamos a un punto en el que solo la ventilación mecánica invasiva podría ofrecerle ganar un poco de tiempo pero sin ninguna garantía de éxito. Las hijas se enfrentaban a un cruel dilema. Por un lado no se sentían cómodas con tomar la decisión de limitar el tratamiento de soporte (“... si tiene una oportunidad ¿está bien que no se la demos?”), aunque no querían tampoco alargar una situación sin salida ni mantener un sufrimiento que querían aliviar a toda costa.




Ya habíamos hablado los días previos con las hijas sobre las voluntades anticipadas. En todos estos años de insuficiencia respiratoria en ningún momento le había sido planteado a la enferma el tema de hacer testamento vital y la ella tampoco había expresado motu proprio sus preferencias llegado el momento final. Y de esta manera nos enfrentamos a estas “voluntades precipitadas”. Con toda la dulzura y la claridad que me fue posible expliqué a Carmen delante de sus hijas cuál era la situación y qué opciones terapéuticas teníamos. Los bondadosos ojos de Carmen iban alternativamente de sus hijas a mí, intentando encontrar la respuesta en nosotras. Tras cerrar unos segundos sus ojos, al abrirlos pudimos apreciar la determinación en su mirada:

- “Quiero seguir viviendo y si intubándome y conectándome a una máquina tengo alguna posibilidad, quiero que me la den”. 

Pocos días después Carmen moría intubada y conectada a un ventilador, rodeada de toda su familia. Su decisión había sido respetada.

Toda esta historia está llena de fallos fáciles de reconocer. ¿Por qué no hablamos de la muerte que queremos antes de que sea inminente? ¿Por qué no ayudamos a los pacientes a que reflexionen sobre ello?. ¿Por qué nos empeñamos en seguir tomando decisiones al margen de los propios interesados, los enfermos, amparándonos en la buena voluntad y en un mal entendido proteccionismo? 

Cuánto que reflexionar. Cuánto que aprender. Cuánto que mejorar. 

Miembro del Proyecto de Investigación HU-CI.

viernes, 5 de agosto de 2016

Video #2JHUCI: Factores Invisibles en HU-CI


Hola a tod@s, mis queridos amigos.

Séptima entrega de los vídeos de las #2JHUCI.




Aquí tenéis el Módulo 5, Factores invisibles en HU-CI, moderado por Laura de la Cueva:

 
Hablemos de sujeciones

Dña. María Acevedo. Enfermera. UCI del Hospital Universitario Puerta de Hierro-Majadahonda

Dra. Ana Urrutia. Emprendora Social Ashoka 2015. Fundación Cuidados Dignos

 
Síndrome Post-UCI
 
Dr. Abelardo García. Jefe de Servicio. UCI del Hospital Universitario La Paz, Madrid.

 

¡No os lo perdáis!

Feliz fin de semana,
Gabi

Depende, por Yoanna Skrobik


Hola a todos, mis queridos amigos.

La semana pasado fue publicado en el
Intensive Care Medicine un nuevo artículo del Proyecto HU-CI sobre la restricción de las visitas a los niños en las UCI de adultos.

Muy sorprendida,
Yoana Skrobik desde Canadá me envió un correo con su opinión, que me ha permitido compartir con todos vosotros y que refleja que al final todo depende de dónde te encuentres, como comentábamos la semana pasada sobre las UCI donde "Sólo entran papá y mamá". 
 
Como vais a ver, depende de la parte del mundo donde estemos las cosas son de una u otra manera, pero en cualquier caso, las hacemos posibles nosotros mismos. Que cada uno saque sus propias conclusiones:

"Querido Gabi,

Debo decir estoy desconcertada por el artículo.

En 1991, comencé a trabajar en una Unidad de Cuidados Intensivos en el mayor centro de trasplante de médula ósea en Montreal. Los pacientes tenían entre 20 y 30 años, y a menudo, otros niños pequeños deseaban venirles a visitar.
 
Ya en aquel tiempo, un psiquiatra infantil me dijo lo que ha guiado mi práctica desde entonces.

Me explicó que los niños no tienen ningún miedo de la muerte y ninguna noción de la consecuencia de la enfermedad y el sufrimiento. Estas nociones son adultas y los niños experimentan miedo sólo si los adultos se lo transmitimos.

Habiendo tenido a mi cargo y tratado muchos niños, te digo que pasamos muchísimo tiempo intentándoles explicar esta noción de las consecuencias.

El psiquiatra también dijo que cuando un niño es pequeño y aún en la adolescencia, su percepción de los adultos es una percepción de una persona fuerte que toma las decisiones. En ese contexto, si el adulto querido fallece, el niño percibe la desaparición del adulto como algo percibido por el niño como un deseo del adulto.

Continuó diciéndome que los niños que están aislados de sus adultos enfermos, subconsciente o conscientemente, lo que perciben es abandono. Esta sensación de abandono es mucho más perjudicial para un niño que cualquier exposición a la enfermedad. Además, mencionó que a los niños supuestamente "protegidos de la enfermedad" realmente se les aísla de la experiencia que el resto de la familia está atravesando. Nunca aprenden a compartir la tristeza y la pérdida y quizás están peor preparados cuando esos inevitables momentos aparecen más tarde en sus propias vidas.

Desde aquella conversación, he permitido las visitas a hijos de cualquier edad y que entren en la UCI si lo desean. Las enfermeras suelen acompañan y explicarles lo que van a ver, para que los padres no se agobien.





Nunca he trabajado en una UCI canadiense donde no se permitiera entrar a los niños en. En más de 20 años de práctica, nunca he visto un niño reaccionar mal al exponerse a la UCI, ni una queja a posteriori de los padres sobre si la visita fue de alguna manera traumática. Algunos niños no quieren venir (y nunca se les fuerza en este caso), pero la mayor parte de las resistencias viene de los adultos.

La única excepción a la limitación de dejar pasar a los niños en una UCI en la que trabajé fue durante un breve tiempo que se limitó la entrada a menores de 12 años en Montreal durante una epidemia del virus H1N1. Solamente entonces se aplicaron las directivas de restricción de edad, y se levantaron tan pronto como fue posible.

El psiquiatra, al decirme sus pensamientos, sonrió al final de expresar su opinión y dijo que vivimos en una sociedad que aísla lo mayor de lo joven, a los sanos de los enfermos, y crea divisiones artificiales que no son convenientes para nadie. Estoy de acuerdo con él hasta el día de hoy.

Animo a todas las UCI a revisar su política de visitas si no está basada en los datos, y que sirva para adaptarse mejor a los deseos de los pacientes y sus familias.

Yoanna Skrobik
Department of Medicine. Centre Universitarie de Santé McGill. Montreal, Canadá.

jueves, 4 de agosto de 2016

Bendita Locura


Hola a tod@s, mis queridos amigos.

Como sabéis, la semana pasado publicitamos la encuesta sobre el estado de humanización de tu UCI, de la que ya contamos con 136 respuestas de UCI de 20 países.

Poco a poco os iré comentando los resultados.

A esas 136 personas, les envié por correo el plan de Humanización de las UCI elaborado para la Comunidad de Madrid, que tras dos días de colgarlo en este espacio, lleva más de 6000 visualizaciones y un número similar de descargas.

Una de esas personas es Lluís-Joaquim Rubió, del Hospital Mare de Déu dels Lliris de Alcoi, en Alicante.
Me escribió este divertidísimo correo, con el que estoy seguro que muchos de nosotros nos sentimos plenamente identificados. Le pedí permiso para compartirlo, y aquí está:

"Estimado Doctor Heras.
Ha sido un gran honor recibir su correo.

Desde hace casi dos años, sigo con entusiasmo todo lo que ocurre alrededor de Proyecto HU-CI. Desde que una compañera me hablo de este proyecto, no dejo de pensar en cómo podría ir introduciéndolo en mi unidad.

Algunas ideas se llegan a comentar pero, desgraciadamente, a la mayoría de mis compañeros, todo esto, les parece ciencia ficción (o por lo menos esa sensación me da a mi).

Cuando les hablo de flexibilizar horarios, me miran como si precisara atención psiquiátrica;
cuando me comunico con los familiares, parece que me quieran poner una camisa de fuerza;
cuando saludo o me despido de los pacientes, incluso de los que están en coma, me preguntan qué he fumado.

En fin, como en muchas UCI, en la mía también hay cierto temor ante los cambios, pero yo, erre que erre. Vivir de tan cerca todo lo que está ocurriendo con Proyecto HU-CI me hace sentir más humano y menos extraterrestre.

Ahora, cuando alguien me dice que estoy "loco" siempre pienso: si yo estoy loco como estará Gabi.




¡Bendita locura contagiosa, bienvenida sea! Me apetece mucho contagiar a mis compañeros de la UCI, del hospital y de todo el departamento de salud de Alcoi este virus de la Humanización y contribuir a la expansión de esta pandemia que tanto bien nos hará a todos.
Desde Alcoi, en Alacant, muchos abrazos y mucho Amor.

Moltíssimes gràcies Gabi. Moltíssimes gràcies Proyecto HU-CI.

Lluís".

Con estas pocas palabras, se resume perfectamente esta resistencia del ser humano al cambio que ocurre en muchos sitios y que "poc a poc" irá transformándose, cada uno a su ritmo, con respeto y empatía. No pretendemos evangelizar, tenemos claro que cada uno ve las cosas cuando puede verlas.

Pero sí que pensamos que en #humaniza no estamos locos, y sabemos lo que queremos.Y cada vez somos más.

Dedicado a todos los que ya sienten esta "Bendita Locura". Como dijo Jaume Sisa "Qualsevol nit pot sortir el Sol" (Cualquier  noche puede salir el Sol).

Lo hacemos posible entre todos. 




Seguimos!

Feliz Jueves,
Gabi