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viernes, 18 de noviembre de 2016

Llamando a las puertas de la UCI. Por Alberto García-Salido


La vida a veces se puede resumir en una carta. Carta de bienvenida, carta de despedida.

Igual que la vida a veces las diferencias también tienen sitio en el mismo espacio. Las cartas están en desuso, está claro, pero también es claro que aún nosotros, los sanitarios, seguimos tirando de este concepto para dirigirnos al editor de determinadas revistas. Esa carta es para él o ella pero en realidad es para todos los que quieran leerla. Probablemente sea para todos los que quieran leerla y el editor sea la excusa.

Para llenar una hoja en blanco suelen ser útiles dos cosas: ojos y oídos. El orden puede dar igual. Nosotros trabajamos rodeados y no hay nada más alerta que alguien así. Oír y ver forman parte de nuestro trabajo y ya queda en nosotros cristalizar eso en algo concreto.

Las cartas a veces son cristalizaciones, aunque suene demasiado elevado, demasiado ridículo. Pocas veces cambian nada pero conque caiga algún cambio el que la escribe ya tiene más grande la sonrisa.

Os invitamos a que antes de leer esta carta hagáis un ejercicio de escucha. También se escriben cartas para pedir cosas e incluso para pedir regalos. Esas cartas las suelen escribir los niños y aunque muchos de vosotros trabajáis con adultos quizá estáis equivocados.





Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos

viernes, 28 de octubre de 2016

Cómo responder a un paciente de UCI que pregunta si va a morir


Hola a tod@s, mis queridos amigos.

Así se titula el artículo de Margaret Isaac y J. Randall Curtis publicado online en Intensive Care Medicine de Septiembre, en la sección What´s New in Intensive Care?.


Y es que no es fácil establecer conversaciones directas en este sentido con nuestros pacientes. La pregunta "Doctor, ¿me voy a morir?" puede ser profundamente incómoda para los médicos.

En este proceso debemos enfrentarnos a nuestros propios miedos, incluso a contemplar nuestra propia mortalidad. Además de comunicar noticias graves, los médicos luchamos a menudo con mantener el equilibrio entre la esperanza y la incertidumbre frente a la verdad.

Los principios básicos de la comunicación centrada en el paciente pueden guiar a los clínicos en sus respuestas a este tipo de preguntas y nos ayudarán a obtener la perspectiva del paciente y su enfermedad, investigar sobre sus preocupaciones y reconocer y explorar las emociones.

La pregunta "¿Voy a morir?" puede ser un reflejo de otras esperanzas y temores. Puede ser una expresión de miedo, de dolor y sufrimiento físico, pena anticipada por la pérdida de seres queridos o la angustia existencial y espiritual frente a lo desconocido y la totalidad de la vida.

Explorar la perspectiva del paciente es fundamental para garantizar que los clínicos tratemos adecuadamente estas preocupaciones específicas. Nos es fácil tratar síntomas físicos, pero la angustia existencial y espiritual puede ser una tarea ardua para muchos de nosotros cuando un paciente está en el proceso de morir. Incluso muchos médicos piensan que esto se excede de su práctica clínica.

Si preguntamos "¿Qué crees que te está sucediendo justo ahora?" o "¿Qué temores tienes?" podremos tener respuestas útiles. También podemos hablar con los familiares o seres queridos, o incluso buscar apoyo de psicólogos y/o sacerdotes.

No todos los pacientes quieren información pronostica explícita. Pero la pregunta "¿Me voy a morir?" podría sugerirnos que esa persona está abriendo la puerta a una conversación franca. Y si hablamos de pronóstico, las conversación debe estar estructuradas en términos específicos, evitando términos ambiguos.

Hemos de reconocer y validar las emociones de los pacientes, muchas veces un paso obviado en la comunicación. Tan importante es esto como transmitir seguridad y no abandono, sin prometer resultados imposibles. Y articular una comunicación efectiva durante todo el proceso, incluso si el paciente sobrevive a la UCI.

Para ello, el artículo ofrece una tabla con "la estrategia de las 5 Ps": Perspectiva, conocer el contexto y experiencias Previas, Permiso, Pronóstico y Previsión de soporte.

Un campo de mejora, ¿no os parece?.

Feliz Viernes,
Gabi

sábado, 3 de septiembre de 2016

Los diez puntos clave en la atención paliativa en UCI. Por Bárbara Salas


Intensive Care Medicine acaba de publicar un artículo corto muy interesante, en el que los Drs. Jeffrey D. Edwards (Columbia University), Louis P. Voigt y Judith E. Nelson (Memorial Sloan Kattering Cancer Center, New York) resumen la atención paliativa en UCI en diez puntos. Los autores argumentan que para asegurar el mejor de los cuidados en la UCI, la atención paliativa tiene que ser una parte de nuestra práctica clínica.




1. La Atención Paliativa es relevante para todos las personas críticamente enfermos.

La aproximación integral de los cuidados paliativos no solo busca mejorar la calidad de vida de los pacientes con mal pronóstico vital a corto plazo. También puede ayudar a los pacientes críticos que sobreviven.

2. La atención paliativa es la responsabilidad de todos los médicos en la UCI. 

Los cuidados paliativos son una especialidad o subespecialidad disponible en algunos países, y hay que aumentar el entrenamiento en ellos siempre que sea posible. En cualquier caso, un conocimiento "primario/general" de Cuidados Paliativos debería ser prioritario en todos los intensivistas. Los autores recomiendan un modelo mixto, en cual el especialista en cuidados paliativos trabaja de forma conjunta con el especialista en cuidados intensivos.

3. Los intensivistas pueden y están obligados a asegurar el confort del paciente al final de la vida.

En la UCI muchos pacientes son subsidiarios de limitación del esfuerzo terapéutico y fallecen. Los intensivistas deben ser conscientes de las implicaciones éticas de mantener y retirar medidas, así como de los tratamientos farmacológicos y no farmacológicos disponibles para prevenir en todo lo posible el sufrimiento durante el proceso de morir. 

4. La decisión de permitir una muerte natural no significa que el confort del paciente sea el único objetivo o que las medidas deben ser mantenidas/retiradas. 

Es importante tener conversaciones claras, sensibles y llenas de matices sobre los valores y objetivos del paciente acorde con su deseo de mantener (o no) las intervenciones de cuidados intensivos.

5. La enfermedad crítica y la UCI tienen un profundo impacto en los familiares también como pacientes. 

La enfermedad crítica afecta gravemente a paciente y familia, acabando en muchos casos en depresión o estrés postraumático entre otros problemas. Los riesgos y factores protectores están bien estudiados, y algunos responden bien a las intervenciones.

6. Los Cuidados Paliativos pueden ayudar a los intensivistas que tengan sufrimiento moral o psicológico durante el cuidado de los pacientes.

Los Cuidados Paliativos ofrecen una manera de entender, ayudar, anticipar y direccionar los efectos del sufrimiento moral o psicológico, que constituye un riesgo para los trabajadores de UCI. Intervenciones en mindfulness o normalización del duelo pueden ayudar a los profesionales con su carga.

7. Los recursos educacionales y herramientas clínicas están disponibles para ayudar a administrar cuidados paliativos de gran calidad en UCI.

El artículo ofrece una lista de ejemplos de recursos online donde los profesionales pueden encontrar cursos, webinars o guías de práctica clínica para mejorar su conocimiento en Cuidados Paliativos básicos.




8. Las enfermeras de UCI juegan un papel crucial en la atención paliativa, incluyendo la comunicación entre el equipo y paciente/familia.

Los autores señalan que las enfermeras tienen un rol clave en la administración de cuidados paliativos de máxima calidad, mejorando la comunicación con las familias, los pacientes y los profesionales.

9. La calidad de la atención paliativa en UCI puede ser medida. 

Se pueden usar diferentes sistemas de medida, monitorización y distribución, obteniendo el feedback correspondiente. 

10. Los Cuidados Paliativos de alta calidad pueden mejorar los resultados centrados en los pacientes.

Se ha demostrado que las UCI que incorporan la atención paliativa tienen mejores resultados, incluyendo reducción de la estancia, mayor satisfacción y mejor comunicación y toma de decisiones.

Por ello, este artículo prueba claramente y con afirmaciones basadas en la evidencia, que la atención paliativa en UCI es esencial para llevar a cabo unos cuidados intensivos excelentes. 

Estudiante de Medicina y Cirugía en Universidad de Newcastle
Teóloga por la Universidad de Oxford

viernes, 5 de agosto de 2016

Depende, por Yoanna Skrobik


Hola a todos, mis queridos amigos.

La semana pasado fue publicado en el
Intensive Care Medicine un nuevo artículo del Proyecto HU-CI sobre la restricción de las visitas a los niños en las UCI de adultos.

Muy sorprendida,
Yoana Skrobik desde Canadá me envió un correo con su opinión, que me ha permitido compartir con todos vosotros y que refleja que al final todo depende de dónde te encuentres, como comentábamos la semana pasada sobre las UCI donde "Sólo entran papá y mamá". 
 
Como vais a ver, depende de la parte del mundo donde estemos las cosas son de una u otra manera, pero en cualquier caso, las hacemos posibles nosotros mismos. Que cada uno saque sus propias conclusiones:

"Querido Gabi,

Debo decir estoy desconcertada por el artículo.

En 1991, comencé a trabajar en una Unidad de Cuidados Intensivos en el mayor centro de trasplante de médula ósea en Montreal. Los pacientes tenían entre 20 y 30 años, y a menudo, otros niños pequeños deseaban venirles a visitar.
 
Ya en aquel tiempo, un psiquiatra infantil me dijo lo que ha guiado mi práctica desde entonces.

Me explicó que los niños no tienen ningún miedo de la muerte y ninguna noción de la consecuencia de la enfermedad y el sufrimiento. Estas nociones son adultas y los niños experimentan miedo sólo si los adultos se lo transmitimos.

Habiendo tenido a mi cargo y tratado muchos niños, te digo que pasamos muchísimo tiempo intentándoles explicar esta noción de las consecuencias.

El psiquiatra también dijo que cuando un niño es pequeño y aún en la adolescencia, su percepción de los adultos es una percepción de una persona fuerte que toma las decisiones. En ese contexto, si el adulto querido fallece, el niño percibe la desaparición del adulto como algo percibido por el niño como un deseo del adulto.

Continuó diciéndome que los niños que están aislados de sus adultos enfermos, subconsciente o conscientemente, lo que perciben es abandono. Esta sensación de abandono es mucho más perjudicial para un niño que cualquier exposición a la enfermedad. Además, mencionó que a los niños supuestamente "protegidos de la enfermedad" realmente se les aísla de la experiencia que el resto de la familia está atravesando. Nunca aprenden a compartir la tristeza y la pérdida y quizás están peor preparados cuando esos inevitables momentos aparecen más tarde en sus propias vidas.

Desde aquella conversación, he permitido las visitas a hijos de cualquier edad y que entren en la UCI si lo desean. Las enfermeras suelen acompañan y explicarles lo que van a ver, para que los padres no se agobien.





Nunca he trabajado en una UCI canadiense donde no se permitiera entrar a los niños en. En más de 20 años de práctica, nunca he visto un niño reaccionar mal al exponerse a la UCI, ni una queja a posteriori de los padres sobre si la visita fue de alguna manera traumática. Algunos niños no quieren venir (y nunca se les fuerza en este caso), pero la mayor parte de las resistencias viene de los adultos.

La única excepción a la limitación de dejar pasar a los niños en una UCI en la que trabajé fue durante un breve tiempo que se limitó la entrada a menores de 12 años en Montreal durante una epidemia del virus H1N1. Solamente entonces se aplicaron las directivas de restricción de edad, y se levantaron tan pronto como fue posible.

El psiquiatra, al decirme sus pensamientos, sonrió al final de expresar su opinión y dijo que vivimos en una sociedad que aísla lo mayor de lo joven, a los sanos de los enfermos, y crea divisiones artificiales que no son convenientes para nadie. Estoy de acuerdo con él hasta el día de hoy.

Animo a todas las UCI a revisar su política de visitas si no está basada en los datos, y que sirva para adaptarse mejor a los deseos de los pacientes y sus familias.

Yoanna Skrobik
Department of Medicine. Centre Universitarie de Santé McGill. Montreal, Canadá.

viernes, 29 de julio de 2016

"Solo entran papá y mamá"


Hola a todos, mis queridos amigos.

Hace un par de semanas recibí un correo de Lic. Mª Isabel Morales, enfermera especializada en Cuidados Intensivos Pediátricos y Neonatales. Ella es venezolana, pero vive y trabaja en Córdoba (Argentina).

Y compartía una reflexión tras leer el post
Prohibida la entrada a menores de... de la Dra. Ángela Alonso y que por cierto, en breve publicará Intensive Care Medicine en su sección From the Inside.

Hablaba de una realidad totalmente desconocida (al menos para mi), y es la siguiente: en las UCI pediátricas donde ella ha trabajado durante tantos años, siempre hubo una norma absurda y sin fundamento alguno (ni psicológico, ni científico ni humano): SOLO ENTRAN PAPÁ Y MAMÁ.

En la visita del paciente pediátrico críticamente enfermo, en esa parte del mundo solo se permite el paso de los padres, limitándose la entrada a otros familiares. Alucinante.

No todos los niños están inconscientes, los hay muy despiertos y conversadores y muchos son lo suficientemente grandes para entender muchas cosas y demandar otras. Me contaba la siguiente historia:

"Hace unas semanas estuvo internado un chico alto para su edad, unos 7 años, de unos despiertos e indagadores ojos azules. Había sido operado para retirarle un material de osteosíntesis de una cirugía anterior.

Desde que entré a su cubículo, estaba en un área de aislamiento que es una especia de caja de cristal, me pregunta (con un tono que evidenciaba que ya sabía la respuesta):

- "¿Los abuelos pueden entrar a ver los chicos de acá?

Lo miro y le digo:

- "No cariño, solo papi y mami".

Bajo la miraba y responde : -"Ah".

Pude comprender medianamente lo que sucedía, era un niño amado por sus abuelos, "consentido de los abuelos" pensé realmente. 

Durante la visita su abuelo pudo colarse y asomarse a la puerta, desde donde se veía exactamente el chico, justo alzó la mirada (diría yo que una extraña conexión extrasensorial abuelo-nieto hizo que mirara exactamente a la puerta en el momento exacto) y vio a su abuelo en la puerta, levanto su mano pinchada por el catéter periférico y en un gesto de la mas sincera, hermosa y dulce complicidad saluda y sonríe a su abuelo, un caballero alto de unos increíbles ojos azules iguales a los de mi paciente quien no tuvo que hacer más nada sino sonreírle para transmitirle absolutamente todo lo que quería decirle.

Fue realmente un momento mágico, interrumpido por la voz de uno de los médicos del área al decir: - "Señor, solo papa y mama por favor salga".

Miro al chico y le digo: - "¡Tu abuelo y tu son iguales!". Porque realmente era así, mi paciente era la versión joven de aquel dulce señor, y ese niño que estaba en una cama de terapia intensiva en ese momento con sus padres, esboza una gran sonrisa de orgullo y me dice "Si, todo el mundo lo dice"...



 
Era evidente que aquel chico y su abuelo tenían esa conexión, ese no se qué, ese hilo mágico a través de las generaciones que unen a los nietos y a sus abuelos... No es la primera vez que lo veo, no es la primera vez que lo escucho. Los psicólogos infantiles hablan del pilar fundamental, de la complicidad mágica entre niños y abuelos.

Hace poco leí que el abuelo de un niño de terapia intensiva sufre el doble, primero por su nieto que es la versión prolongada y dulce de sus propios hijos y segundo por ver sufrir a sus hijos y la incapacidad de poder proteger a ambos. Hemos olvidado quizá que los abuelos son el vinculo del niño con su pasado, el eslabón que mantiene unida a las generaciones y la base moral y emocional de muchos chicos.. algunos incluso prefieren y preguntan durante su estadía por sus abuelos...

Entraría perfectamente la interrogante ¿Quiénes somos nosotros para romper esa complicidad basada en el amor, en largas horas de cuentos, de caminatas al parque o en el jardín; ese vinculo generacional; esa disciplina con amor y cierto permiso consentidor, ese eslabón que solo completan los abuelos y sus nietos?

Tal vez solo tal vez, un día de visitas de abuelos no seria tan mala idea dentro de las UCI Pediátricas, que aún no están del todo a puertas abiertas".
 
Pues eso. Mucho, pero que mucho por hacer.
 
Feliz Viernes,
Gabi

martes, 3 de mayo de 2016

Una nueva era en el cuidado del paciente crítico. Por Miguel Ángel Romera


No es infrecuente observar que, para algunos profesionales implicados en el cuidado del paciente crítico, la sedación sigue teniendo una prioridad baja frente a otros aspectos del tratamiento como la función respiratoria, cardiaca o renal. Están asumidos conceptos como la resucitación precoz en la sepsis o la estrategia de protección pulmonar en pacientes con síndrome de distrés respiratorio, pero no sucede lo mismo con la analgesia o la sedación.

Múltiples estudios revelan una monitorización insuficiente de la analgesia, sedación y el delirio, una analgesia inadecuada en muchos enfermos y cómo la sobresedación sigue siendo un problema en muchas UCI. Sin embargo, la estrategia de analgesia y sedación empleada va a influir en la evolución del paciente y una evidencia creciente muestra la relación entre el exceso innecesario de sedación y efectos adversos como alteraciones cognitivas, complicaciones neuromusculares o mayor mortalidad.

En línea con las recomendaciones de la SCCM (1) o las más recientes elaboradas en Alemania (2), en la revista Intensive Care Medicine se acaba de publicar una revisión, proponiendo una nueva aproximación al tema, denominada “eCASH concept” (early Comfort using Analgesia, minimal Sedatives and maximal Human care) (3). Este concepto resume perfectamente lo que debería ser el enfoque actual de cualquier estrategia de sedoanalgesia en el enfermo crítico y, básicamente, consiste en la implementación precoz de una serie de medidas con el fin de mantener al paciente confortable, calmado y cooperador.




1. La primera prioridad es conseguir una efectiva analgesia del paciente, empleando una estrategia multimodal en la que los opiáceos son la base del tratamiento. La elección del fármaco dependerá de factores como las propiedades farmacocinéticas y farmacodinámicas, intensidad del dolor o régimen de sedación concomitante.

2. A partir de aquí, establecer un protocolo de sedación basado en objetivos, según la situación clínica del paciente. Estos objetivos deben ser claramente definidos al inicio del tratamiento y revisados de forma regular, considerando que gran parte de los enfermos pueden mantenerse, desde los primeros momentos, con una sedación superficial (RASS 0, -1). Cuando esto no es factible como por ejemplo, pacientes con bloqueantes neuromusculares, algunos casos con insuficiencia respiratoria grave, hipertensión intracraneal o status epiléptico, considerar minimizar la sedación lo más precozmente posible en cuanto la situación clínica lo permita.


No es defendible justificar una sedación profunda por limitaciones de personal. En este contexto, el papel de la interrupción de la sedación quedaría limitado a una medida de rescate en casos de acumulación de fármaco. “Goodbye daily sedation stops: hello frequent titration protocols”.

En esta estrategia, es fundamental realizar una elección adecuada del sedante y la evidencia va a favor del uso de fármacos no benzodiacepínicos (propofol, remifentanilo, dexmedetomidina). Probablemente, el uso de benzodiacepinas debería limitarse a casos seleccionados como algunos pacientes que requieren sedación profunda, cuadros de abstinencia o convulsiones.

Para conseguir estos objetivos es necesaria una monitorización rutinaria y frecuente del dolor, sedación y delirio con herramientas validadas. Dada la variabilidad interpersonal en la dosis necesaria de sedantes y analgésicos para conseguir un mismo efecto, es obligatorio mantener una monitorización estricta para administrar la mínima dosis efectiva para conseguir el objetivo deseado.

3. Cuidado centrado en el paciente. En este planteamiento, más aún cuando el objetivo es mantener una sedación superficial, no todo son fármacos. Es importante establecer unos cuidados basados en las necesidades del paciente y, probablemente, también de la familia. El soporte emocional al paciente y la familia son parte fundamental.

La incapacidad para hablar es un hecho estresante y mantener una comunicación ineficaz impacta de forma negativa en el enfermo, generando sensaciones como indefensión, frustración, ansiedad o miedo. Es importante tratar de optimizar la comunicación y trabajar para buscar métodos alternativos para mejorarla.

Se deben aplicar medidas de reorientación y estimulación ambiental, incluyendo explicaciones claras sobre la enfermedad y las actuaciones que se van a realizar, permitiendo el disponer de objetos familiares, etc.

Además, es importante adaptar el entorno, intentando hacerlo más confortable. Limitar los estímulos, ruido, luces o maniobras innecesarias, especialmente durante los periodos de descanso, para facilitar el sueño. Mejorar la privacidad y el confort de pacientes. Limitar el uso de medidas de restricción física y promover la movilización precoz y colaboración del paciente en la rehabilitación. Facilitar la presencia de la familia junto al enfermo y su participación en los cuidados, siempre bajo una adecuada supervisión.

Recientemente, se han presentado los resultados de un estudio, realizado en 7 UCIs de California, incluyendo más de 6.000 enfermos, mostrando como la aplicación de unas medidas similares, “bundle ABCDEF”, se asocia a un aumento en los días libres de delirio o coma y un incremento proporcional en la supervivencia, relacionado con el grado de cumplimiento de las mismas (4).

Ya no hay excusas. Es hora del cambio: tiempo de evaluar, en cada UCI, no sólo las prácticas de analgesia y sedación, también otras medidas que impliquen que nuestras unidades dejen de ser un lugar hostil. Existe una evidencia suficiente para mejorar los cuidados, implantando estrategias como el eCASH concept o ABCDEF bundle. Esto supone un reto pero el resultado puede ser muy positivo para el paciente, mejorando no sólo su evolución, sino también haciendo que la experiencia de su estancia en la UCI sea más humana y menos traumática.


Para tener éxito, es fundamental la actitud y el compromiso de todo el equipo de profesionales implicados en el cuidado del enfermo.

Dr. Miguel Ángel Romera
Médico Intensivista.
UCI del Hospital Universitario Puerta de Hierro-Majadahonda


BIBLIOGRAFÍA

1.- Barr J, Fraser GL, Puntillo K, Ely EW, Gélinas C et al.
Clinical practice guidelines for the management of pain, agitation, and delirium in adult patients in the intensive care unit. Crit Care Med 2013; 41: 263-306.

2.-
Baron R, Binder A, Biniek R, Braune S, Buerkle H et al. Evidence and consensus based guideline for the management of delirium, analgesia, and sedation in intensive care medicine. Revision 2015 (DAS-Guideline 2015) -short version. Ger Med Sci 2015; 13: Doc19.

3.- Vincent JL, Shehabi Y, Walsh TS, Pandharipande PP, Ball JA et al.
Comfort and patient-centred care without excessive sedation: the eCASH concept. Intensive Care Med 2016 Apr 13

4.- Barnes-Daly MA, Phillips G, Ely EW. ICU liberation: using the ABCDEF bundle to improve outcomes in 7 California community ICUS. Crit Care Med 2015; 43 (Suppl): A41

martes, 1 de marzo de 2016

A vueltas con el infierno


Hola a tod@s, mis queridos amigos.

El domingo salió publicada en
OKdiario una nueva entrevista a Cristina Cifuentes, Presidenta de la Comunidad Autonóma de Madrid.

Para los que no la hayáis visto, especialmente si trabajáis con pacientes críticos, no os la perdáis.


Ya en septiembre de 2015, le dimos vueltas a su famosa frase que tanto ha dado que hablar en nuestro medio, y escribimos el post "La UCI: ¿sucursal del infierno?", tras un artículo publicado en el Intensive Care Medicine que proponía recoger unos básicos en busca de una UCI más amable.

Con una tranquilidad y valentía conmovedoras, Cristina se acerca a su accidente de tráfico y recuerda sus experiencias en la UCI del Hospital Universitario de La Paz como paciente. Experiencias que viven día a día todos los pacientes anónimos que ingresan en la UCI, y que no lo eligen. 

En primer lugar, me gustaría darte las gracias, Cristina. Tu testimonio no solo te ayuda a ti, sino que pone voz a millones de personas y les hace visibles.

En Proyecto HU-CI hemos recibido muchísimas opiniones, y nos gustaría que entre todos sigamos hablando. Recojo aquí alguna de ellas.

"Escuchar o leer su testimonio, me parece que tiene especial relevancia para nosotros como HU-CI porque representa esa otra cara "menos amable" de los Cuidados Intensivos que todos nosotros sabemos que también existe".

"Uuuffffff, dura muy dura, me he quedado muy ploffff...¿Antesala del infierno?. Y creemos (los trabajadores) que hacemos lo mejor...¡¡¡Esto te hace pensar y mucho!!!!".

"Su vivencia solamente nos dice que queda mucho camino por andar (y en eso estamos, ¿no?)".

"En este momento a mí se me ocurren muchos nombres y apellidos de compañeros que encajan perfectamente con el doctor de "la antesala del infierno" que piensan que todo esto de la Humanización (con H) no es más que un entretenimiento en el que "gastar" el tiempo que nos sobra".

"No nos damos cuenta que "el del box 2" ha visto cómo se muere y se llevan "al del box 4". Y está solo y enfermo."

"Sería un verdadero reto contactar con Cristina Cifuentes para enseñarle esa otra "cara amable de la UCI" en la que estamos inmersos y por la que estamos trabajando".

"Es bueno contar con experiencias y visiones diferentes y que quizá no nos gusta mucho escuchar, pero que existen y justifican totalmente nuestro trabajo".





Personalmente, hay una frase de Cristina que quiero rescatar: "En la UCI eres un objeto, un trozo de carne...el paciente se despersonaliza. Si no fuera así, sería muy difícil que nos salvaran la vida las personas que trabajan allí".


Creo sinceramente que se puede recibir el mejor cuidado, el mejor tratamiento, y el trato más amable posible, y que eso depende de nuestra actitud.

Hay cosas que no podemos cambiar, porque son la vida y la muerte mismas. Centrémonos en las que sí.


Sigamos trabajando por esa #UCIamable.

Feliz Martes,
Gabi

miércoles, 20 de enero de 2016

Pensando en paliativos dentro de la UCI


Hola a tod@s, mis queridos amigos.


Volvemos a vueltas con el tema de implementar los cuidados paliativos en HU-CI, a través del artículo recientemente publicado en el Intensive Care Medicine, la revista de la Sociedad Europea de Cuidados Intensivos (ESICM): "Prospective study of a proactive palliative care rounding intervention in a medical ICU" y que cómo no, viene de los Estados Unidos.


Allí, el 20% de los fallecimientos ocurren en UCI o tras un alta de UCI reciente.

El objetivo principal del estudio consitió en evaluar los efectos de la intervención de cuidados paliativos sobre la clínica y las familias, así como los procesos.

Para ello, realizaron un estudio antes-después reclutando pacientes con alto riesgo de fallecer, comorbilidad o necesidades de cuidados paliativos no detectadas. Contaron con la interacción de un especialista en cuidados paliativos que participó en las rondas clínicas diarias con los intensivistas.




Obtuvieron los siguientes resultados: aumentaron en un 63% los encuentros con las familias para hablar de la situación; no hubo diferencia en el tiempo de estancia en UCI; de los pacientes que fallecieron, se redujo la estancia en UCI en un 19%; la estancia global hospitalaria se redujo un 26% y el estrés post-traumático de la familia pasó del 20 al 9% tras la intervención.

No hubo diferencias en satisfación, grado de depresión familiar o su apreciación sobre la calidad de la muerte.

Los autores concluyen que las rondas proactivas y la integración de los Cuidados Paliativos en UCI les ayudaron a hablar más con las familias y a acortar la estancia hospitalaria.

¿Qué os parece?. ¿Podrías integrarlo en tu UCI?

Feliz Miércoles,
Gabi

sábado, 5 de diciembre de 2015

La noche confunde a los médicos de UCI, por Gabriela Vidal


El cansancio crónico relacionado con largas horas de trabajo es común en la UCI y este fenómeno se ve agravado por la fatiga aguda relacionada con el turno de noche y la privación del sueño. Los intensivistas se enfrentan en toda su carrera con turnos de noche arduos, con una necesidad de capacidad de pensamiento y toma de decisiones eficiente y rápida.
 
Algo que probablemente todo el mundo comprende, sin ser profesional sanitario. A nadie se le escapará que el cansancio afecta a la seguridad del paciente, y que puede generar errores médicos. La experiencia podría minimizar el riesgo de error, pero la competencia probablemente no pueda sustituir el descanso requerido.
 
Un estudio previo llevado a cabo en las UCI francesa concluyó que el 46% de los intensivistas encuestadas sufrió de agotamiento, y el 24% sufría de depresión. Entre los factores de riesgo encontrados, el número de horas de trabajo se asoció con un alto nivel de burnout.

El Intensive Care Medicine acaba de publicar en su avance online el artículo
"El turno noche disminuye el rendimiento cognitivo de los médicos de la UCI", donde se investigó el rendimiento de los intensivistas después de un turno de noche utilizando pruebas cognitivas validadas (Wechsler Adult Intelligence Scale y Wisconsin Card Sorting Test.)
 


Los resultados obtenidos fueron los siguientes:

1. Las capacidades cognitivas de los médicos de la UCI disminuyeron después de un turno de noche. No hubo diferencia significativa entre los residentes y médicos adjuntos de la UCI.

2. Los Intensivistas fueron incapaces de evaluar su capacidad de cansancio y atención. Si un médico no está en condiciones de evaluar su cansancio y minimiza su impacto, podría descuidar los riesgos para su propia salud y los pacientes.

3. Varios factores podrían estar a favor de un mejor rendimiento en los médicos mayores, ya que se observó que las personas mayores duermen en promedio más que los residentes durante los turnos de noche. Por otra parte, fisiológicamente con la edad, la necesidad es menor en términos de horas de sueño y esto puede ayudar a una recuperación más rápida. La experiencia también puede ayudar a volver a dormir fácilmente después de ser despertado ya que la tensión nerviosa cae más rápidamente con la experiencia.
Por último, se describe "mayor estrategia" para resolver una tarea. En efecto, después de haber probado con éxito durante muchos años una manera eficaz para resolver un problema, una persona mayor se dispersará menos para encontrar soluciones alternativas. Por otro lado en este estudio, la experiencia no parece proteger incluso a los intensivistas con más experiencia, aunque el tiempo medio de sueño durante el turno de noche era mayor que el de los residentes.

4. Aunque las habilidades probadas disminuyeron significativamente después de un turno de noche, los resultados no permiten evaluar el impacto sobre la calidad de la atención del paciente.

El debate continúa, pero ahora hay una fuerte tendencia a la limitación de las horas de trabajo de los médicos, al menos en Europa y los EE.UU.
 
Este estudio amplía el conocimiento fisiológico sobre la falta de sueño entre los intensivistas después de un turno de noche, y desafía el conocimiento actual de las consecuencias cognitivas de cansancio agudo.
 
Se necesitan más estudios para aclarar si las actuaciones cognitivas de los médicos de la UCI disminuyen durante un turno de noche, así como las posibles consecuencias para pacientes de la UCI. De hecho, las posibles consecuencias perjudiciales para los pacientes de la UCI aún no se han estudiado.
 
También es fundamental para optimizar la organización de médicos y para estudiar las consecuencias de la falta de sueño en la salud de los médicos de la UCI.
 
Dra. Gabriela Vidal
Unidad de Terapia Intensiva.

jueves, 10 de septiembre de 2015

La UCI, ¿sucursal del infierno?


Hola a tod@s, mis queridos amigos.
 
Hoy hacemos una excepción en el parón vacacional para compartir con todos vosotros una gran noticia.
 
El Intensive Care Medicine acaba de publicar online otro artículo firmado por miembros del Proyecto HU-CI: la Dra. Ángela Alonso de la UCI del Hospital Universitario de Fuenlabrada y un servidor:

 
(pincha aquí para acceder al contenido)
 
 
 
 
Para entender el artículo tenéis que ver la siguiente entrevista de Pablo Motos en El Hormiguero, donde Cristina Cifuentes (actual Presidenta de la Comunidad de Madrid), cuenta su experiencia en la UCI del Hospital Universitario de La Paz como paciente tras sufrir un accidente de tráfico.


 
 
Esperamos que las UCI dejen de ser percibidas por nuestros pacientes como Sucursales del Infierno para ser "Sucursales de vida". Para ello compartimos unas tablas que ya publicamos en el blog y que nos pueden ayudar a mejorar el bienestar físico y psicológico de nuestros pacientes.
 

 
 
¿Nos ayudáis en la difusión?
 
¡Muchas gracias!
Gabi

viernes, 3 de julio de 2015

¿Estoy muerto? Hablando de delirio

 
Hola a tod@s, mis queridos amigos.
 
Os quiero mostrar la siguiente foto recién publicado en Intensive Care Medicine, la revista de la Sociedad Europea de Cuidados Intensivos (ESICM):
 
 


Fue enviada a la revista por Julie Vavuris, enfermera de una UCI medico-quirúrgica de California.  
 
Una de sus pacientes lo escribió mientras estaba en prueba de ventilación espontánea despertándose de la sedación con profofol. Estaban acompañándola su madre y Julie.
 
Una reflexión acerca del delirio en UCI que llega en un momento en que nada es casual.
 
Hablar de delirio en UCI es hablar de la persona y el grupo de investigación que lleva desde los años 90 investigando sobre ello: el Dr. Wesley Ely y su equipo de la Universidad de Vanderbilt. Más de 180 publicaciones de impacto que han modificado la práctica clínica y que hacen de las UCIs lugares más amables.
 
ICU Delirium es la web de referencia en este tema tan importante y muchas veces tan desconocido por los pacientes, las familias e incluso nosotros los profesionales.



 
 
En la web se incluye información para pacientes, que incluye herramientas, videos, testimonios e información básica de muchísima utilidad, así como para profesionales, con más de 40 documentos descargables (entre otros el famoso CAM-ICU incluido).
 
El paquete de medidas ABCDEF merece un post aparte, y serán sus propios creadores quien nos la contarán. 
 
Con intereses tan próximos y confluyentes en una de las líneas de investigación de Proyecto HU-CI, no podemos hacer otra cosa que celebrar este nuevo contacto internacional.
 
Juntos sumaremos más y ayudaremos a investigar sobre el delirio, el síndrome post-UCI y las secuelas derivadas de la estancia: dolor, alteraciones psicológicas, etc. Os iremos contando, y ya sabéis: las puertas están abiertas para todo el que quiera.
 
Feliz Viernes,
Gabi
 

miércoles, 13 de mayo de 2015

Un despertar emocional


Hola a tod@s, mis queridos amigos.

Hace unos días, Julio Mayol comentaba en las redes sociales la ilusión que le hizo publicar en el British Journal of Surgery su primer artículo, allá por 1995. Acaba de ser elegido como miembro de su consejo de gestión y director de la compañía. "Dicen que si uno desea algo mucho termina por hacerse realidad", apostillaba.

Con la misma ilusión os presento "An emotional awakening", mi primer artículo publicado en Intensive Care Medicine








Comparto aquí un breve resumen.

"Me llamo Gabriel. He trabajado como médico intensivista desde 2007. Una aventura mágica y única donde nunca sabes qué pasará. En los últimos 10 años reí y lloré, compartí sufrimiento y esperanza. Ayudé a muchas personas con soporte tecnológico y emocional, a pesar de que no recibí formación en habilidades psicológicas.

He visto morir a muchas personas. Mucho más que cualquier persona de la población. El tiempo emocional es muy diferente del real, y normalmente no nos damos cuenta.

Desde que empecé a trabajar, no ha cambiado mucho esa situación en la que "no hay nada que hacer". 

Pero sí. No solo yo, muchos de los miembros de las UCIs sentimos que queda mucho por hacer.

Para mi, y para todos, es muy difícil tratar con la muerte. Nos culpamos, pensamos qué no hicimos o en qué fallamos. O quizás nuestras expectativas de curar a según qué pacientes no son reales.

Creo que estamos equivocados: trabajamos por resultados y no entendemos el proceso global, y eso nos hace sentir culpables si un paciente fallece. Y hay que entender que a veces, la enfermedad gana la batalla hagamos lo que hagamos. Si entendemos esto, podremos dar un enfoque científico y humano que nos ayudará a aceptar que la muerte es el resultado final de nuestras vidas.

En España, no concebimos la muerte como algo natural ni hablamos de ella. Somos un país vitalista al que le cuesta aceptar. Cuando la enfermedad crítica llega, los pacientes y las familias levantan muros. Están en shock, confundidos y para nada preparados. 

Si mi familia o yo mismo estuviéramos en ese lugar, ¿cuál sería nuestra reacción?. ¿Cómo nos gustaría morir?. Mi respuesta es clara: sin dolor, rodeado de la gente que me quiere y en casa. Sin tubos ni catéteres, ni medidas fútiles si el resultado no es una calidad de vida aceptable.

Qué curioso...Como seres organizados, planeamos las vacaciones, los cumpleaños o las bodas con meses de antelación. Y sin embargo ignoramos cómo nos gustaría morir o ser tratados al final de nuestros días.

Te invito a pararte a pensar. A ayudarnos a conocer qué quieres, cómo hacer este momento más tranquilo, amable y natural. A aceptar a la muerte sin etiquetas, sin importar quién seas o lo que tengas. Si entendemos nuestro propio proceso quizás podamos ayudar a los demás.

Nunca vi a nadie que no mejore al compartir, al hablar de sus preferencias o sus miedos. Las personas nos adaptamos absolutamente a todo, incluso a la situación más desesperada.

Si calmamos el dolor, si consolamos, si acompañamos y tendemos nuestra mano, daremos dignidad al proceso de morir. A veces esto es mucho más efectivo que los milagros de la ciencia: hacerles sentir que estamos.

Nos enseñaron a salvar vidas. Pero también tenemos la responsabilidad de educar en la muerte. Con comunicación, con empatía y educación a pie de cama, preparando para el duelo. Alguno de los lectores pensará que los cuidados paliativos en UCI son un sin sentido.

Y sin embargo, deberíamos ofrecer el mejor tratamiento disponible dentro de un equipo multidisciplinar para facilitar este proceso, el de morirse.  Trabajar con sentido común: mantener la autonomía, dar apoyo emocional y psicológico y facilitar la comunicación. Y evitar sorpresas y reacciones negativas. 

Necesitamos protocolizar todos estos procesos en la UCI.

Pensar en morir como pensamos en vivir. 

Para mejorar nuestras UCIs, necesitamos un despertar emocional.

Mirar y escuchar, abrazar y comprender al que sufre. Y prepararles para lo inevitable. 

Si nos ponemos en esa situación, podremos intentar entender qué sienten y aprender también sobre lo que nosotros mismos queremos.

Aquel "Curar a veces, aliviar a menudo y consolar siempre" que sigue estando tan vigente dos siglos después.

Y trasformaremos entre todos la realidad actual en un camino más fácil de llevar".

Feliz Miércoles,
Gabi

martes, 14 de abril de 2015

10 barreras para ofrecer unos cuidados adecuados al final de la vida


En el artículo publicado en Intensive Care Medicine por Hillamn y Cardona-Morell se describen las principales barreras que dificultan una atención adecuada a los enfermos al final de la vida.

Cada vez es más frecuente que nos encontremos en el dilema de ingresar y tratar en las Unidades de Cuidados Intensivos a determinados pacientes a los que la medicina intensiva ya no puede ofrecerles lo que realmente necesitan: aceptar el proceso de la muerte y ofrecerles los mejores cuidados al final de la vida. La medicalización de la muerte conlleva en ocasiones a tratamientos fútiles y costosos sin aportar valor añadido a los pacientes ni a sus familias, e incluso en ocasiones restando calidad en este proceso.







 ¿Por qué es tan difícil aceptar el proceso de la muerte?

1. Creemos en milagros: expectativas irreales de la sociedad y de los propios profesionales sobre lo que la medicina puede ofrecer, sobrestimando los beneficios y no teniendo en cuenta los posibles daños de la atención sanitaria.

2. Negamos el envejecimiento y la muerte como si estos pudieran ser evitados o si no hablar de ello permitiera cambiar el destino.

3. Como profesionales estamos formados y entrenados para tratar y salvar vidas sin reflexionar de forma profunda y honestas sobre el contexto de la enfermedad. Siempre hay que hacer algo, en lugar de plantear que a lo mejor, no hay que hacer nada mas.

4. La especialización médica focalizada en la atención de órganos o sistemas conlleva a sobrevalorar las posibilidades reales, sin una visión holística del paciente, y en ocasiones ejercen presión para mantener el tratamiento activo.

5. La incertidumbre sobre el pronóstico de determinadas patologías y situaciones que justifican continuar el tratamiento a veces de manera indefinida. Se precisa disponer de herramientas y modelos predictivos para reducir la incertidumbre y la toma de decisiones en base a la evidencia.

6. Incentivos económicos a los profesionales en algunos sistemas sanitarios con pagos por actividad, que promueven mantener los tratamientos en lugar de retirarlos.

7. Ambivalencia de los principios bioéticos que pueden ser interpretados de diferente manera en función de quien los priorice, justificando actuaciones incluso contradictorias.

8. Presiones legales en los procesos al final de la vida que hace que los profesionales actúen por temor a posibles demandas o a infringir la ley.

9. Criterios y dinámicas de actuación basadas en el diagnóstico más que en el contexto real del paciente y que llevan al ingreso en las Unidades de Cuidados Intensivos a pacientes graves pero no recuperables. Reflexionar y parar el proceso una vez iniciado resulta difícil.

10. La falta de alternativas para ofrecer cuidados paliativos favorece el ingreso hospitalario e incluso en las propias unidades de cuidados intensivos, como paso previo a la muerte, sin tener en cuenta que el deseo de muchas personas sería el de fallecer en su domicilio.

Nuestra especialidad juega un papel importante en promover el debate abierto para definir la mejor manera de morir y buscar las soluciones apropiadas, sin trasladarlas a actuaciones que no están justificadas y que sólo enmascaran y dilatan la realidad.

Aceptar la muerte y estar preparados para ello es una asignatura pendiente.

Dra. Mari Cruz Martin Delgado
Jefe de Servicio de Medicina Intensiva
Hospital Universitario de Torrejón