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martes, 29 de septiembre de 2015

#saldelauci toma 2, por José Carlos Igeño


El que se suscribe, fue paciente… varias veces.

Personalmente creo que es bueno haber estado hospitalizado en diferentes ocasiones a lo largo de tu vida si eres médico. Bueno, sobre todo… para tus pacientes.

Con cinco años recuerdo poder ver a mi padre y hermanos tan solo una vez en quince días a través de un cristal, por una patología que hoy en día se considera banal. Eran los 70. Otros tiempos, otros conceptos.

Con dieciséis estuve en otro hospital por un accidente de tráfico. 45 días en una cama, decúbito supino perenne, sin salir de la habitación. Recuerdo decir, pensar... Que mi mayor deseo era ver y pisar la hierba y “que me diera el aire”.

Juan Pedro, tras varios días en el hospital sin poder salir de su habitación, ingresó hace un mes en la UCI. Tras ser extubado después de unos días y ya despierto, más estable, con menos medicación pero siendo imposible todavía su alta a planta, alternando ventilación no invasiva con oxigenoterapia, me repetía que no podía más. 

Que quería salir de la UCI.

Recuerdo enfadarme injustamente con él. Después, al salir del BOX, me acordé de aquellos 45 días que tuve que vivir… Y luego, de una UCI que conocí hace años y que tiene una terraza enorme que da a la campiña, y donde pude ver cómo sacaban a pacientes traqueostomizados en una silla de ruedas, para que les diera el aire, el sol, sentir la brisa del campo, y vieran algo más que paredes, techos y máquinas. 

Y me acordé de sus caras… Y de que no pasaba nada…¡nada!

Enfermeros y Auxiliares de nuestra UCI tuvieron una idea hace meses. La pusieron sobre la mesa, y comenzaron a “sacar de paseo” por dentro del hospital a aquellos pacientes seleccionados que lo pudieran tolerar durante un rato sin que su seguridad se viera comprometida. Los pacientes lo agradecían mucho.

Nuestro hospital está en las faldas de Sierra Morena… en un entorno idílico, rodeado de laderas llenas de vegetación, y tan solo algunas casas aisladas. Tiene varias terrazas donde los pacientes de planta pueden pasear y ver ese paisaje. Un ala nueva tiene una enorme terraza con unas vistas espectaculares.

Aquel día decidimos dar otro paso y sacar a Juan Pedro más allá: a aquella terraza… “a que le diera el aire”… a que viera el paisaje… ¿Por qué no?.




Como decía hace poco en un post genial la Dra. Ángela Algaba y lo decía con razón, veréis como la gente (aunque en realidad, menos de los que pensábamos) pondrá los ojos como platos… 

Bueno, quizás tengáis que mirar los ojos del paciente…Nada más.

Coordinador del Servicio de Medicina Intensiva.

1 comentario :

  1. Todos los hospitales deberían tener un espacio donde los pacientes pudieran tomar el sol y estar en contacto con la naturaleza.
    Florence Nightingale ya escribió sobre la importancia del sol en la curación y en la buena evolución de los pacientes.
    No olvidemos algo tan básico.

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