En el último congreso de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) llevado a cabo en Salta hubo un vendaval de novedades.
A diferencia de años previos, las novedades no venían sólo de las áreas clásicas de terapia intensiva como shock, síndrome de distrés respiratorio y sepsis, sino que vimos la aparición en escena de la humanización de los cuidados intensivos y la concepción cada vez más acabada de que hoy más que nunca debe primar el "primum non nocere ".
Desde tiempos de Ibsen, anestesiólogo danés que en plena epidemia de polio en la década del 50 propuso por primera vez el uso de ventilación a presión positiva y trabajó en equipo para el tratamiento de estos pacientes (a la sazón , el nacimiento de la UCI moderna) los cuidados críticos han recorrido un largo camino.
Cada vez más pacientes sobreviven a la UTI. ¿Pero cómo lo hacen? ¿En qué estado vuelven a sus casas? Vuelven a sus vidas?
Y si bien muchas de las consecuencias de la enfermedad crítica son inevitables, muchas otras son producto de costumbres y usos acuñados en el tiempo pero sin ninguna evidencia.
¿Qué riesgo puede haber en que un niño visite a su padre?. ¿Un abuelo a su nieto?. Las luces de noche en toda la unidad, ¿qué ventaja nos dan?. Para el tratamiento de enfermedades graves, ¿la sedación no termina muchas veces siendo deletérea?.
Tuvimos el honor de tener entre nuestros invitados a Gabi Heras de España, ferviente y motivador líder del movimiento HU-CI. También de Thomas Strøm, médico danés quién viene pregonando la no sedación desde tiempo atrás, ¡y con mucha evidencia en su favor! El Dr. Jukka Takala, de Finlandia, también se dedicó a este tema , dejando en claro que la no sedación sin dudas no es para todos y siempre, pero sí es clave el abordaje integral y la utilización de herramientas y objetivos adecuados. Otro visitante de honor fue Nathan Brummel, del equipo del Dr. Wesley Ely en Vanderbilt, quien remarcó la importancia de incluir a la familia en el proceso de cuidado, además del fundamental trabajo de rehabilitación precoz y el seguimiento a largo plazo.
En el Hospital Italiano de Buenos Aires tenemos una UTI abierta a la familia y sin dudas ha significado un cambio positivo en nuestra forma de trabajo y relación con los pacientes y sus seres queridos.
Como nos marcaba Thomas Strøm, las barreras de espacio y tiempo no deben ser infranqueables. El mensaje clave es que ningún programa externo que se intente insertar tal cual en un sistema distinto tendrá ninguna chance real de éxito.
El trabajo multidisciplinario, la formación de líderes de opinión , los refuerzos positivos y la evaluación constante de resultados son fundamentales a la hora de implementar el cambio.
Hacia allí vamos en Argentina, sumados a este movimiento a todas luces imparable.
Coordinador asistencial UTIA - HIBA
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