La Seguridad del Paciente se ha convertido en un reto y en una prioridad de todos los sistemas sanitarios. A pesar de ello, todavía son muchos los pacientes que sufren daños derivados de la atención sanitaria [i].
Cuando se produce un daño grave al paciente, los pacientes y sus familiares deben ser apoyados por la organización y recibir la información adecuada. Pero los profesionales y las instituciones también puede sufrir las consecuencias de estos eventos adversos.
El término «segunda víctima» fue introducido por Wu [ii] en 2000 para referirse al profesional que participa en un evento adverso y que queda traumatizado por esa experiencia o que no es capaz de afrontar emocionalmente la situación.
Las reacciones emocionales más comunes en las segundas víctimas son: ansiedad, obnubilación, confusión, falta de concentración en la tarea, despersonalización, frustración, sentimientos de culpa, tristeza, cambios de humor, insomnio, re-experimentación del suceso, dudas sobre la propia capacidad profesional, miedo a las consecuencias legales y a la pérdida de reputación. Todo ello puede llevar a consecuencias personales y profesionales a medio-largo plazo como el consumo de sustancias nocivas, cambios en la actitud frente al trabajo, abandono de la profesión o incluso conductas suicidas.
En nuestro país recientemente se han desarrollado diferentes iniciativas que promueven tanto el proceso de información de eventos adversos a pacientes y familiares como el soporte a segundas víctimas y a las propias instituciones a través de la elaboración de planes de crisis.
La conferencia de consenso «Información sobre eventos adversos a pacientes y familiares» [iii], promovida por el Área de Salud del ISDE recomienda elaborar políticas y guías institucionales que favorezcan el proceso de información sobre eventos adversos a los pacientes. Destaca la necesidad de formación de los profesionales en habilidades de comunicación así como, el desarrollo de estrategias de soporte a los profesionales que se ven implicados en un evento adverso.
La Estrategia de Seguridad del Paciente del Sistema Nacional de Salud 2015-2020 [iv] incluye en sus líneas estratégicas ofrecer a los pacientes que han sufrido un evento adverso grave información a tiempo, clara sincera y oportuna sobre los que ha sucedido, y ofrecer apoyo a los profesionales implicados en un EA grave.
El Sistema Español de Notificación en Seguridad en Anestesia y Reanimación (SENSAR) ha publicado “La Guía de respuesta a un Evento Adverso” [v]. La guía estimula la comunicación abierta, sincera y empática con el paciente y la familia; facilita herramientas para dar apoyo emocional, profesional y legal al equipo de profesionales implicados en un evento adverso, promoviendo procesos que aseguren que el sistema ha sido revisado para prevenir riesgos similares en el futuro.
El Grupo de investigación de Segundas y Terceras Víctimas ha elaborado una guía de Recomendaciones para ofrecer una adecuada respuesta al paciente tras un evento adverso y atender a las segundas y terceras víctimas. Incluye un programa de intervención dirigido a los profesionales sanitarios [vi].
Todas estas iniciativas deberían promover e incentivar que el sistema sanitario sea capaz de proporcionar el soporte necesario no solo a pacientes y familiares, sino también a los profesionales y a las propias instituciones que se ven involucrados en un evento adverso mientras se sigue trabajando en ofrecer una atención sanitaria más segura.
Dra. Mari Cruz Martín.
Jefa del Servicio de Medicina Intensiva.
Vicepresidenta de SEMICYUC.
Referencias
[i] James JT. A New, Evidence-based Estimate of Patient Harms Associated with Hospital Care: J Patient Saf. 2013;9(3):122-8.
[ii] Wu AW. Medical error: the second victim. The doctor who makes the mistake needs help too. BMJ. 2000; 320(7237): 726-727.
[iii] Martín-Delgado MC, Fernández-Maillo M, Bañeres-Amella J, Campillo-Artero C, Cabré-Pericas L, Anglés-Coll R, Gutiérrez-Fernández R, Aranaz-Andrés JM, Pardo-Hernández A, Wu A.[Consensus conference on providing information of adverse events to patients and relatives].Rev Calid Asist. 2013 Nov-Dec;28(6):381-9
[iv] Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Estrategia de Seguridad del Paciente del Sistema Nacional de Salud. Periodo 2015-2020.
Magnífico post Mari Cruz. Se necesita respuesta institucional para solucionar un problema que los profesionales están afrontando en solitario. Y cuyas secuelas afectan el quehacer diario posterior de manera traumática condicionando la carrera profesional. Se necesita formación, y equipos multidisciplinares (psicólogos, terapeutas, profesionales sanitarios competentes en ayuda) en los hospitales. Una necesidad más no cubierta en una sanidad que se estima puntera. Seguimos descuidando al cuidador. Y el coste humano no es despreciable
ResponderEliminarMagnífica aportación de Mari Cruz, como siempre. Me parece muy interesante, no solamente por plantearlo, sino por proponer soluciones. Los que lo hemos sufrido -además en silencio- sabemos del su dureza y crueldad, de la necesidad de ayuda y el miedo a comunicarlo. Gran comentario también el de Vicente Gómez-Tello. Gracias Gabi.
ResponderEliminarDurante mi formación como MIR , recuerdo que siempre animaba a los familiares a acompañar al paciente a la atención psicológica después de dar malas noticias...y yo pensaba..." esta es "mi décima familia destrozada" estoy para irme yo con ellos....¿cómo gestiono esto?..Una vez pasado el período de formación sigo pensando lo mismo...porque NO, NUNCA TE ACOSTUMBRAS y si no es por vocación, es inguantable..."ASÍ QUE FUNDAMENTAL EL SOPORTE para estas segundas víctimas",...gracias por hacerlo visible.
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