Hace unos días asistí a un taller de Crecimiento Personal para enfermos crónicos impartido por la psicóloga Rocío Rivero López en el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla.
El taller fue muy dinámico y proactivo, lo cual te hacía tener los cinco sentidos bien abiertos. Este hecho me gustó especialmente porque estoy acostumbrada a recibir la información de un modo unidireccional. Son muchas las conclusiones que he sacado de estas fructíferas horas y quiero compartirlas con vosotros.
Para empezar me pregunto, ¿qué puedo hacer yo como profesional para incentivar el crecimiento personal del paciente?
· Crear una buena relación con el paciente, con un entorno seguro que genere confianza e intimidad con este y así poder contribuir al desarrollo de respeto y confianza mutuos.
· Mostrar interés por el bienestar y el futuro del paciente.
· Escuchar activamente las preocupaciones del paciente, sus necesidades. Permitir y animarle a que exprese lo que siente, cuáles son sus percepciones, preocupaciones, creencias…
· Mantener una comunicación efectiva durante las consultas con el paciente, facilitando un lenguaje claro, que tenga el mayor impacto positivo sobre él. Ayudarle a entender el tratamiento y el seguimiento.
· Apoyar al paciente para que se sienta importante en el desarrollo del tratamiento aportando acciones que mejoren esa implicación.
A través de técnicas psicológicas se pueden mejorar los resultados en la atención directa a los pacientes, como que el paciente decida sobre su estado de salud, elija las acciones que va a llevar a cabo para esa mejora, aprobar sus decisiones y celebrar su mejoría.
Nosotros podemos hacerles tomar conciencia de cuál es su problema para que acepten y decidan, con preguntas del tipo:
- ¿Qué es lo que puedo hacer yo para mejorar esta situación?
- ¿Cómo puedo abordar esto?
- ¿Qué es lo que me limita para poder resolver esta situación?
- ¿Qué puedo hacer con mi cambio debido a mi problema de salud?
- ¿Estoy haciendo todo lo que puedo?
A través de la psicología de salud se puede conseguir hacer más fácil el camino que deben recorrer desde el punto en el que se encuentran, hasta el punto donde quieren llegar. Durante este camino se van encontrando obstáculos de los que se deben ser conscientes para afrontarlos y superarlos. Hay que abrir la mente al cambio. Apoyándose de las personas que los rodean, familia, amigos…
La vida cambia permanentemente, se debe aprender a manejar estos cambios, a salir de la zona de confort, ya que el cambio brinda la oportunidad de prepararse y obtener crecimiento personal.
Gracias Rocío por sacarnos de nuestra zona de confort, por hacernos ver que en los hospitales también se ríe, también se crea y también se crece, por eliminar el miedo a VIVIR.
Quiero aprovechar para agradecer el trabajo que realizan los psicólogos en los centros médicos día a día en unas condiciones pésimas, condiciones que ellos pintan de color y salpican de alegría para mejorar la estancia de las personas que nosotros atendemos y, sí: también la nuestra.
¡GRACIAS!
Cristina Herrera
Buenos días a tod@s.
ResponderEliminar“¿Qué puedo hacer yo como profesional para incentivar el crecimiento personal del paciente?”
Figura relevantísima del novecentismo y de la Generación del 14, Don Gregorio Marañón, del que Don Pedro Laín Entralgo distinguió hasta 5 personalidades, destaca en él: “el plano científico, ético, moral, religioso, cultural, histórico....en definitiva HUMANO”. Mantuvo en todo momento, desde su compromiso con la dignidad humana este omnipresente razonamiento: “Hay generaciones que (…), sin previo acuerdo, actúan como tal comunidad cronológica, independientemente de la acción personal de sus prohombres. A esta generación nuestra (…) se debe un golpe de timón que ponga definitivamente la nave de la ciencia española proa al universo”.
Como gran conocedor de la PSICOLOGÍA HUMANA, las consideraciones de Marañón sobre los procesos psicológicos y psicopatológicos resultaron fundamentales al tratar las edades, los sueños, el resentimiento, el hambre, la timidez, etc. “El humanismo se manifiesta en la comprensión, la generosidad y la tolerancia que caracteriza en todo tiempo a los hombres impulsores de la civilización”.
En esta época de agobio, de creencia ciega en la tecnología y de menosprecio a la comunicación médico-paciente, cabe recordar lo que decía refiriéndose a la importancia del interrogatorio y a la conveniencia del tiempo de dedicación: “El mejor instrumento de exploración con el que cuenta el médico es la silla”. “La rapidez, que es una virtud, engendra un vicio, que es la prisa.” No hemos de olvidar la frase lapidaria en la que resume su visión del paciente como persona individual: “No hay enfermedades sino enfermos”.
Efectivamente Cristina. “La vida cambia permanentemente, se debe aprender a manejar estos cambios, a salir de la zona de confort, ya que el cambio brinda la oportunidad de prepararse y obtener crecimiento personal”. Don Gregorio tampoco vivió en una época cómoda, pero entendió a quién se debía.
Gracias.
Félix José Martín Gallardo.
swx20088@gmail.com
En todas las áreas de ejecución profesional, haber.. hay quienes, sin pertenecer a ellas, tendrían más atino incluso que los designados 'profesionales facultados' en dichas áreas. Así pues, cabría citar innumerables ejemplos que con frecuencia cotidiana muestran esta habilidad, ¡o hasta 'facultad'..!, en una parcela que le es extranjera profesionalmente, para ser tanto o más certeros que los propios formalmente facultados.
ResponderEliminarEn el terreno de lo sanitario - entendiéndolo de la manera clásica.. como la asistencia, aunque global, pero con la finalidad de la cura y paliación de lo orgánico como eje principal -, es profundamente deseable que quienes ejercen ahí contengan cuanta más mejor capacitación y habilidad -bien de origen propio , o por formación y entrenamiento, voluntaria o no..- en competencias que, a priori, le son ajenas facultativamente, y que corresponden a la disciplina de Conocimiento y Facultad definida como PSICOLOGÍA. Disciplina esta en la que se estudian de modo extenso y específico, pues pertenecen a la naturaleza exclusiva del objeto de estudio que le es propio académicamente: Comportamiento-Cognición-Emoción, humanas.
La Psicología, por esta clase de naturaleza de su objeto de estudio, se presta a ser “muy flexible” en cuanto a hacer propios sus saberes y competencias por parte de profesionales foráneos, y siendo francos, por parte de cualquier sujeto humano (Quién no ha escuchado la afirmación popular de “Yo tengo mucha psicología…”).
Por otro lado, subrayar que un psicólogo cuyo desempeño profesional sea en el campo de la Salud (entendida, insisto, en la manera clásica), esto es, en hospitales y Centros de asistencia sanitaria, se comprueba y se hace así preceptivo que posea suficiente base de conocimientos a nivel de salud orgánica, y que son propios de otras disciplinas, “vecinas” en ese terreno de trabajo: Medicina y Enfermería.
Como ejemplo, para trabajar emocionalmente con un enfermo de cáncer, y en equipo interdisciplinar, son precisas unas nociones en Oncología que no se poseen habitualmente por sentido común, o divulgación social.. Lo mismo ocurre si es en Cuidados Paliativos., o en especialidades y Unidades asistenciales concretas como determinadas enfermedades crónicas, o particularmente complejas.., donación de órganos, etc, etc.
Para concluir: Por cuanto se refiere a Lo Humano, por fortuna, es implícito al Ser. Y como tal no precisa de formación en sentido estricto. En cualquier caso, de potenciación y facilitación.
Ante la “resección” de lo Humano en el terreno de las prácticas médicas y enfermeras, restaurarlo es objeto directo y común multidisciplinar, o sea, todos los profesionales de las respectivas disciplinas implicadas son sujetos de llevarlo a cabo. Para POTENCIARLO y FACILITARLO, en caso de dificultad.. y por tanto de necesidad.., aquí estamos prestos los expertos facultados en esto último.
¡Un saludo para todos! y Feliz Semana Santa.
Isabel Mª Torralbo Martínez.
Vuelvo a expresarte todo mi agradecimiento, Cristina Herrera , por el reconocimiento que mantienes hacia la labor del 'psicólogo' en el entorno sanitario, y sobre todo hospitalario. Aún nos encontramos muy "poco visibles".. los que nos ocupamos específicamente de "lo invisible - intangible". Compañerismo solidario como el tuyo, no sólo porque lo valoras sino porque lo manifiestas muy activa y públicamente, nos hace muchísima falta en nuestra profesión..; y también Hace Falta.. porque es cuestión de 'Orden'.
ResponderEliminarCuando haya muchas actitudes como la tuya hacia los " especialistas en lo intangible".. nos haremos más visibles. Mientras... iremos sumando todo lo posible para que ese Cuidado H esté presente.., que es el Objetivo común a Todos.
Rocío Rivero López es el mejor fichaje que tenemos en la sanidad andaluza. De sus talleres, cursos, consultas... Se sale con herramientas para afrontar la situación. El personal sanitario necesitamos desarrollar determinadas características personales para hacer nuestro trabajo bien y que duda cabe de que de la personalidad, las emociones, los pensamientos, etc. Se ocupan los psicólogos, por lo que estoy totalmente de acuerdo con vosotros en que son una pieza imprescindible, ellos son los que nos enseñan a informar de un modo u otro en función de la personas que tenemos delante, las palabras claves que no se deben olvidar y las que no debemos decir... Mi apoyo al proyecto y los que trabajan de un modo holístico porque las personas somos cuerpo y mente y no funciona lo uno sin lo otro ni lo otro sin lo uno, de ahí que deba existir una estrecha coordinación entre médicos, enfermeros y psicólogos.
ResponderEliminarEnhorabuena Gabi!!!