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jueves, 25 de febrero de 2016

¿Cuestión de matrícula?


A lo largo de los años he coincidido con compañeros en distintas UCI, y todos hemos visto las necesidades que tiene el sistema. Siguen pasando los años, y siguen pasando las mismas cosas. Y como en todo, hay parte que depende del Sistema y hay parte que depende de según con qué ojos mires.

Hace 36 horas estaba de guardia, y por la noche recibí una llamada de la Coordinadora de SUMMA 112 que solicitaba cama para un paciente. En el momento actual, el aforo en las UCI de Madrid está al completo como corresponde al invierno, y llevaban más de 1 hora intentando encontrarle hueco a un paciente y 6 UCI habían desestimado su ingreso. En mi UCI quedaban 2 huecos, y tenía dos pacientes pendientes de ingresar por diferentes procedimientos, con lo que estaba cerca de la ocupación plena.

Me contaron que se trataba de un paciente intubado, así que no había mucho de que hablar: necesitaba cama así que le dije que lo trajeran, y ya veríamos cómo nos apañaríamos. Me sorprendió mucho la respuesta: "Gracias Doctor, no sabe lo mucho que ha costado".

Le pregunté si sabía algo más del paciente, y me comentó que tenía esclerosis lateral amiotrófica (E.L.A). Quizás en ese momento pude entender mejor el porqué le había costado tanto encontrar un hueco. "Sé que no tiene muy buena "matrícula", pero igualmente necesita ser atendido y evaluar si realmente era susceptible de ser conectado a ventilación mecánica". Conozco perfectamente el trabajo en Emergencias, y sé que es muy difícil evaluar las cosas de forma global en el domicilio y que la situación de gravedad lleva a hacer, así que bajo ese foco, cualquier actuación se comprende y se respeta. 

En cualquier caso, la primera reflexión es obvia: deberíamos evaluar a las personas y sus necesidades, no sus antecedentes.






Me entristecía imaginar al paciente dando vueltas por Madrid en una UVI móvil, pendiente de que algún castillo abriera sus puertas. ¿Y si fuera alguien de tu familia?.

Por otro lado, se me ocurren varias de esas necesidades a raíz de este caso:

- ¿Por qué no hay UCI en Madrid para los pacientes que tienen fracasos mono-orgánicos?. Muchos pacientes prolongan sus ingresos y consumimos recursos cuando realmente pocos cuidados intensivos necesitan. Esas UCI que se encarguen de los pacientes que solo requieren ventilación mecánica y rehabilitación. ¿Por qué no las creamos ya, si todos pensamos que son necesarias?. Sería una manera de prevenir también el síndrome post-UCI, que quizás tiene mucha menos prensa que el ébola pero es mucho más democrático y afecta a muchísimas más personas en nuestro medio.

- Los intensivistas seguimos centrados en el resultado, no en el proceso. Cuando hablé con la familia del paciente, era evidente que la situación de enfermedad del paciente era terminal, no querían que recibieran medidas intervencionistas y sólo querían poder acompañarle en el caso de que fuera a fallecer. Estuvimos hablando de voluntades anticipadas y de la muerte, y con una tranquilidad admirable, uno se da cuenta de que escuchando y hablando, las personas somos muy razonables. Nos sigue costando acercarnos a la muerte, seguimos pensando que salvamos vidas.



Con todo hablado, con calma y tranquilidad, al paciente se le retiró la ventilación mecánica ayer. Progresivamente dejó de respirar y falleció. Estuvo acompañado por su familia en todo momento, que era su deseo y lo que realmente se podía hacer. Porque morir bien importa, y mucho.

¿Realmente era una cuestión de matrícula?

Feliz Jueves,
Gabi

Pd: Con todo mi respeto y admiración, para la Coordinadora de SUMMA 112

5 comentarios :

  1. Buenos días a tod@s.

    ¡Menuda tormenta de ideas tenemos esta mañana! No me esperaba a estas prontas horas tantas y tan variadas. La verdad es que el nuestro es un destino "apasionante".

    Dr. Heras, ese peculiar eufemismo, “matrícula”, es algo que define el DESTINO de la inmensa mayoría de nosotros. Enfermedad terminal, UCI´s “petadas”, atención paliativa, síndrome post-UCI, voluntades anticipadas, muerte digna……."Gracias Doctor, no sabe lo mucho que ha costado".

    Tengo en mis manos un sensacional libro escrito por dos médicos cordobeses (no podía ser de otro modo): “Experiencias. Atención al final de la vida: práctica y docencia.” En el mismo, un tutor de residentes cuenta sus experiencias y lo hace de la forma que su paisano Séneca nos enseñó hace dos mil años: conversando con sus alumnos mientras pasea. Y si de tormentas de idea va la mañana, su alumn@ – residente, así procede: “¿hay que decirle la verdad sobre su estado?, ¿se puede establecer un tiempo de supervivencia?, ¿se le va a dejar sin tratamiento?, ¿no podemos hacer nada por el/ella?, ¿si empeora debemos derivarl@ al hospital?, ¿cómo saber si la sedación es necesaria y cuándo iniciarla?, ¿ésta le acortará la vida?.....”

    La atención a los pacientes terminales, no siempre se desarrolla de una forma tan satisfactoria como en el caso que has descrito. En esto, como en los radares de tráfico, hacer la foto en un instante de la “matrícula”, por un sofisticado medio técnico, desconociendo destino final, a los ocupantes del vehículo; y por no saber ni tan siquiera quien conduce el vehículo, me lleva a esta escueta frase de Sócrates: “Habla para que yo te conozca”.

    Querido Gabi: dame MAS DE DIEZ MINUTOS para que me conozcas y pueda contar mis experiencias.

    Gracias.

    Félix José Martín Gallardo.

    swx20088@gmail.com

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  2. Buenos días a todos.
    Tras leer con mucho detenimiento esta entrada escrita por el Dr. Heras me nace una pregunta que formularé al final de este comentario.
    La situación económica que atravesamos y las decisiones que se han tomado sobre un asunto tan importante como la Sanidad Pública han mermado su capacidad de atención a las personas. Hay menos presupuesto y esto se traduce básicamente en menos medios y menos personal. Pero no en menos atención gracias a la profesionalidad del personal sanitario.
    Y aquí va mi pregunta. Es que estamos en una guerra donde solo se puede atender a los pacientes con mayores posibilidades de sobrevivir?
    Por eso es tan importante iniciativas como HU-CI. Por poner el énfasis en conceptos que han pasado a un segundo plano como el diálogo y la humanidad entre otros.
    Me gustaría que estas palabras sirvan de ánimo y reconocimiento a todo el personal sanitario por su trabajo y esfuerzo. Admiro mucho vuestro trabajo.
    Un cordial saludo.
    Francisco


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  3. Por amable petición de Gabi, inserto en este blog mi comentario expontáneo de esta mañana, muy temprano, en el Grupo de facebook HUMANIZANDO LOS CUIDADOS:

    < Buenos días! Las "matrículas"..., como los prejuicios... NO. Hablándolo con atención y tranquilidad se despejan muchos embolados. Claro que sí. Luego está lo de las infraestructuras razonables, basadas en el sentido común. Ánimo y gracias! >

    Me impactó la situación perentoria que transmitió Gabi, de un paciente lastrado por determinados "san-benitos", y una familia con su enfermo en aras de toparse con un médico bien dotado de solidadridad, -porque los "hornos" de los hospitales no están para "esos bollos"..-, que guiado por esa conmoción le diese cabida en el dispositivo que en principio apuntaba a precisar el paciente.

    Conozco, de bien cerca, las resonancias de esa precariedad, del Sistema, y de la solidaridad humana, cuando la persona enferma resulta "la patata caliente" que casi todos rechazan y tratan, como sea.., de pasarla a otros.

    Las "matrículas".., como los prejuicios, son las que ¡NO SE ADMITEN! en una Civilización de seres humanos, esto es: con capacidad de autoconsciencia y desarrollo de funciones superiores, más allá de las intelectuales o cognitivas.

    La BONDAD de los profesionales sostiene la precariedad del Sistema. Y contrarresta la precariedad humana de los compañeros, colegas, que aún 'no han despertado'.

    Un cordial saludo.
    Isabel Torralbo Martínez

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  4. Las UCIs no son más que reflejos de la sociedad en que vivimos, donde sólo opera el resultado, el futuro. No se sabe gestionar el presente. Si sólo pensamos en antecedentes y en pronóstico y no sabemos DISFRUTAR el ahora, pues eso es lo que nos vamos a encontrar: Soy tan inteligente que preveo el futuro, me adelanto a él. Nuestra arrogancia impide que veamos más allá, que empaticemos con el usuario o PACIENTE. El paciente se llama así porque ha de tener paciencia. Si cambiamos nuestra forma de actuar en el mundo, las UCIs, los centros de Servicios Sociales, los hospitales, los ayuntamientos, etc, cambiarán. SENTIMIENTOS nos faltan.

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  5. Bravo, Gabi, y, sobre todo, gracias. Gracias siempre por hacer que todos nos paremos en este mundo loco a recordar que no son enfermos ni pacientes los que entramos cada día a un hospital... sino personas, vidas, sueños, miedos...

    Y ni os imagináis lo mucho que tranquiliza y ayuda una mirada tranquila que diga "tienes mi atención". Porque eso trasmite mucho más... Transmite que me vas a cuidar y que estaré bien. Y eso, aunque a veces no logréis salvar vidas, la da por unos momentos.

    Reconozco como paciente que a veces no ponemos las cosas muy fáciles, pero en el tema de las "etiquetas", no tenemos culpa de tener una enfermedad algo complicada... Es una pena y una vergüenza que casos como éste sucedan y creo que una buena forma de empezar a arreglarlos es sacándolos a la luz.

    Gabi! Ya sabes que si hay algo en mi mano que pueda hacer, además de difundir este maravilloso artículo (aunque siento el triste final), me tienes para lo que sea :-) .

    Un beso enorme

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