english

jueves, 17 de julio de 2014

Mantén la calma… Porque no me importa (I Parte), por Verónica Rojas

Soy una enfermera que nació y se desarrolló en una UCI.

En los años de trabajo he entendido que estas unidades son pequeñas “islas” dentro de los hospitales, y que a pesar de la crisis que la salud vive (independiente la parte del mundo en la cual nos encontremos) las unidades intensivas suelen tener mejor dotación de personal, un poco más de recursos y un poco más de calidez en la atención de los usuarios y sus familias.

Hace una semana recibí un llamado para ir de partime al Servicio de Urgencia de un Hospital Público. Con mucho temor decidí decir que si; podría probablemente escribir largas páginas de esa experiencia, pero entonces no seguirían leyendo el post, así que lo escribiré en 2 partes!

El turno comenzó con un paciente grave, que no cumplía criterios UCI (aunque claramente necesitaba un ventilador mecánico), rodeado por sus familiares en un estado de negación frente al desenlace inminente de morir.

Sus respiraciones se fueron haciendo cada vez mas espaciadas y un color blanco se apoderó de toda su piel. Mientras, un “pequeño biombo” cubría la mitad de la escena.

Busqué al médico con rapidez, lo busqué en 3 reiteradas ocasiones recibiendo como respuesta “ya voy”, los llantos de quienes lo acompañaban invadieron el lugar y el dolor de la pérdida (aún no confirmada medicamente) cubrió el ambiente.

Mientras esto transcurría en una pequeña sala, destinada para usuarios hospitalizados en la urgencia (por que no hay camas disponibles en los servicios del hospital) los demás pacientes trataban de “ignorar” lo que ocurría, actitud que también se replicaba en algunos miembros del equipo de salud.

Mi cabeza se llenó de preguntas y mi corazón de dolor…

¿La rutina se apodera de los trabajadores hasta el punto que ninguna situación nos sorprende?

¿Convivimos con la muerte, entendiéndola como algo natural y sin importancia?

¿Hay algo más importante que la dignidad humana?

Y por último la que hasta hoy me tiene pensando:
¿Podemos en realidad hacer algo?


Verónica Rojas

No hay comentarios :

Publicar un comentario