Hola a tod@s, mis queridos amigos.
Acaso si fueras paciente, ¿no buscarías tener un profesional sanitario que te defendiera?.
Normalmente vamos al médico para que nos cure, cosa que no siempre podrá hacer. Hasta ahí todos lo entendemos aunque nos cueste más o menos, pero ninguno querríamos a nadie que no lo intentara, que no se pegara por nosotros, que no luchara junto a nosotros. El esfuerzo no se negocia.
Eso es lo que hizo Virginia con su post Help desde su blog, Un rayo de Esperanza: blog de una Radiooncóloga. Con el agua al cuello, contra ese "luchador de sumo" que es nuestro Sistema Sanitario, intentando resolver un problema de todos.
Pero entonces, ya no somos tan majos.
Ríos de tinta, de espirales en las redes y de artículos al respecto, y desde luego cada uno tendremos nuestra opinión. Al final la noticia es la amenaza de expediente, y no los problemas en la atención. Así nos va.
No debería ser punible actuar en conciencia y desde la ética profesional, sino todo lo contrario. Igual sí que deberían pedirse responsabilidades a los que coartan la libertad de expresión en vez de solucionar y gestionar los problemas.
Y por ello es necesario un cambio de sistema, porque el que tenemos no funciona bien. Y eso es cosa de todos: escuchar a los pacientes, a los profesionales y a las familias.
Seguro que Virginia no sabe de leyes, quizás por ahí nos perdemos en esos vericuetos desconocidos y quizás por ahí nos pillan.
Pero desde luego sí que sabe de personas. Y el sistema que #humaniza necesita profesionales comprometidos y valientes que apuesten por el cambio de forma abierta.
Veremos donde queda, porque desde luego, depende de una revolución personal.
Feliz Miércoles.
Gabi.
Buenos días a tod@s.
ResponderEliminarExiste un concepto jurídico, "Lex artis ad hoc", que el Tribunal Supremo de España define como: “…aquel criterio valorativo de la corrección del concreto acto médico ejecutado por el profesional de la medicina/…/para calificar dicho acto de conforme o no con la técnica normal requerida”.
De que manera entiendo yo esta definición.
El profesional de la Medicina esta potestado técnicamente para ELEGIR el acto o método PROFESIONAL mas beneficioso para su paciente, proponiendo los medios, y solo en caso excepcionales comprometiendose a resultados.
Un buen médico no solo debe procurar una buena elección, sino con mas relevancia si cabe, lograr el mejor PRONÓSTICO.
La diligencia en su actuación pasará inevitablemente con considerar todos los factores que concurren para lograrlo, y con este fin deberá actuar.
Y ese fin se obtiene empleando el medio de la expresión de la idea, que es la parte básica de la filosofía de Platón, que “defiende la existencia de lo absoluto (ideas y formas) frente al mundo corpóreo, mortal y relativo”.
En expresar todo lo previo se encuentra el medio para lograr dicho fin, lo que como sabéis es la premisa del “Imperativo categórico” kantiano. Si hemos llegado a considerar como fundamento de actuación los DERECHOS HUMANOS, os recuerdo que Don Immanuel ya los avanza en “Fundamentación de la metafísica de las costumbres”. Y era el año 1785.
Hay una frase de Séneca que te envío Virginia: “El verdadero valor no es llamar a la muerte, sino luchar contra el infortunio”.
Gracias.
Félix José Martín Gallardo.
swx20088@gmail.com
Gracias Félix por tus palabras y la bonita frase de Séneca. Al escribir aquel post tras haber agotado todos los cauces conocidos, sólo pedí ayuda. Pensé que así liberaría en parte mi mente y mi espíritu de tanta impotencia sentida. Pensé que sería un post más sobre el que habría un moderado debate en redes sin más. Algo así como un mensaje en una botella en la inmensidad del mar. Mi sorpresa fue que el mensaje llegó al receptor a través de los medios convencionales de comunicación y eso ya resultó molesto e incómodo. El resto de la historia ya lo conocéis muy bien como ha contado Gabi.
EliminarLos paradigmas de la comunicación han cambiado y debemos adoptarlos para mejorar las cosas si es posible.
Un abrazo
Virginia Ruiz Martín
Gracias Virginia.
EliminarPues te adjunto otra frase de nuestro cordobés de la Bética: "Prefiero molestar con la verdad que complacer con adulaciones".
Un abrazo.
Félix.
Me encanta la frase Félix. La guardo para mi colección de citas.
EliminarUn abrazo
Virginia
ResponderEliminarAdmirable el valor y coraje al que reconozco por sentir en corazón los valores y principios que nos llevan a tomar acción cuando es necesario pedir ayuda como en el caso que nos ocupa. Esos valores humanos que parece han dejado de estar presente en los sistemas que nos representan precisamente para conservar la humanidad de nuestra esencia; el sistema sanitario que nos cuida y cura y el sistema judicial que nos ampara en igualdad de derechos. Pero que en realidad parece actúan alejados en valores para este fin.
Me uno a la causa de seguir con #humaniza y sin lugar a dudas quiero compartir que a pesar de que a veces cuesta pedir ayuda en las formas "políticamente correctas" en situaciones como las que vivimos como personas ejerciendo profesiones al servicio de otras personas, pareciendo que remamos a contracorriente, en realidad, cada remo que damos con acciones como la de Virginia ,hace cambiar dicha corriente. El agua va en dirección que por ley natural y universal de la que es parte la lleva y esa ley sí o sí mantiene el agua en el lugar siendo el ser humano parte de ese agua.
Una normalización enfermiza y basada en el silencio de formas de actuar en organizaciones donde la interoperabilidad hace perder el sentido de su existencia, aleja el propósito del sistema sanitario ,que no es más que acompañar en el cuidado y curación de las personas aportando los servicios para un fin, la salud. Y dicho sistema ,configurado por personas, no puede perder de vista que deja de tener sentido de existencia propia en cuanto desprotege y hace desaparecer el valor y significado que dichas personas que lo integran, le dan al propio sistema. Me pregunto ¿Qué personas somos los que formamos el sistema sanitario?¿Qué valores tenemos?¿Dichos valores van en sinergia con el propósito de dar salud a personas que lo necesitan y que están atendidas por otras personas?
Gracias por ser y estar a cada uno de nosotr@s que sumamos en nuestra parcela para un cambio donde la humanización sea una prioridad. Ser y estar en el lugar adecuado, actuando con valor y coraje para el fin y sentido que damos a nuestra profesión es nuestra responsabilidad y ahora, gracias a las TIC reconocemos que no estamos solos.
Una abrazo de todo corazón y a seguir por la labor de #humaniza
Raquel
Gracias Raquel por tu mensaje. Me emociona saber que hay profesionales que establecen la humanización de la sanidad como una prioridad. Para mí lo es. Técnicamente hemos alcanzado cotas muy buenas, pero paradójicamente el crecimiento en humanización no ha ido precisamente de la mano. No es una cuestión baladí. Como dice Maya Angelou "La gente olvidará lo que dijiste, olvidará lo que hiciste, pero nunca olvidará cómo le hiciste sentir". Recuperemos ese sentir.
EliminarUn abrazo,
Virginia Ruiz Martín
A lo largo de los ultimos años gran parte de los profesionales de la medicina han (hemos) perdido la imagen humanista identificada con el modelo hipocrático durante milenios, para ser considerados como simples técnicos ajenos a la sensibilidad humana, consustancial al ejercicio de la medicina clásica, cuyo humanismo sustentaron para la posteridad médica los más calificados cultivadores del pensamiento ecuménico.
Me quedaré con uno de ellos, al que me gusta citar por su capacidad de síntesis, paisano mío, para decir lo siguiente "Es tan difícil decir la verdad como ocultarla". Virginia Ruiz, radioncóloga, empañeda en decir la verdad aunque eso le cree problemas, ha optado por manifestarla (y no ocultarla) como ella sabe (es una de las mayores "inflencers" en redes sociales) en su blog "Un rayo de esperanza" después de manifestarlo en numerosas ocasiones a sus mas directos superiores. El retraso en la respuesta, la creciente lista de espera, la patología de sus enfermos hizo que optara por la denuncia social. "El médico pondrá en conocimiento de la dirección del centro las deficiencias de todo orden, incluidas las de naturaleza ética, que perjudiquen la correcta asistencial". Ese ha sido el daño, ese ha sido el motivo para que no sea tan maja a los ojos de algún gerente nombrado a dedo, cosa que no sucede a los ojos de muchos de nosotros que seguimos fielmente sus escritos en su blog, aprendiendo constantemente y apoyando sus demandas. Gracias Virginia. Gracias Gabi por tu post, como siempre, cargado de humanidad.
Gracias José Antonio por tu comentario. Esta es una historia que refleja la contienda entre Hipócrates e Hipócritas. Yo me posicioné del lado de Hipócrates en este caso. No hace falta alzar la voz, ni amenazar, ni injuriar, ni faltar al respeto, sólo hace falta mejorar el argumento. La verdad escuece, puede resultar molesta y esto es hasta humanamente comprensible. La verdad debe afrontarse y conviene ponerse a trabajar para encontrar soluciones, con firmeza y sin acritud. Sólo así, dando cabida a la crítica constructiva se puede avanzar y mejorar.
EliminarEn primer lugar, gracias a Virginia por dar la cara por los pacientes. Ya había leído la noticia en Twitter, pues todos los compañeros se han volcado con ella y apoyado su... no valentía, sino sentido común. Es algo que todos deberíamos hacer, pero que es complicado.
ResponderEliminarSoy paciente (muchos me conocéis). Y lo digo con la boca pequeñita por miedo a represalias. No contra mí, sino contra mi médico. Él también se ha partido la cara por mí una y mil veces, durante más de un año, intentando que "los de arriba" le aprobaran el tratamiento que él pensaba (y piensa) que era el indicado para mí: un biológico que, al ser demasiado caro y yo estar "bien", no era necesario.
Ojo, que ese "bien" se traduce en no poder trabajar, no poder limpiar mi casa, ni hacer la compra... Podía caminar, sí; se me veía bien (porque el lupus va por dentro)... las analíticas no estaban mal del todo, pero sólo mi médico debería poder decidir qué tratamiento es el adecuado para mí. No un presupuesto.
Cuando dio la cara por mí, cuando alzó la voz ante la negativa de "los de arriba", se buscó problemas... Y eso no debería pasar. Al final logré el medicamento a través de ensayo clínico... Después de más de un año de lucha por parte de mi médico.
Gracias a Virginia y a tantos profesionales que, como el mío, se parten la cara por los pacientes. Por lograr un sistema sanitario justo en el que todos tengamos una oportunidad para estar sanos y tener calidad de vida.
Aprovecho para decir que por el lado de los pacientes hay demasiado miedo a la queja. ¿Qué pasaría si pusiéramos más quejas? ¿Podríamos ayudar en algo sin perjudicar a nuestros médicos? Ése es mi miedo. El de otros pacientes, recibir un trato "peor" por haberse quejado. ¿Qué podemos hacer ante esto?
Gracias Nuria por tus palabras. El debate que planteas es muy interesante porque planteas una realidad palpable de un sistema sanitario en el que la queja tiene unos vericuetos no siempre bien conducidos. Es relativamente fácil quejarse en "corrillos" de salas de espera o en las consultas y los más atrevidos van a Atención al Paciente. No hay una correcta cultura de la queja formal, debido a lo que tú comentas, el miedo a las represalias o peor aún, a que te etiqueten de "conflictivo". No todo el mundo se atreve a escribir y explicar su queja ante Atención al Paciente por múltiples motivos, muchos dudan de su eficacia y muchos se encuentran sin fuerzas para hacerlo.
EliminarLos sanitarios tenemos "cauces" para quejarnos, claro que sí, pero nos pasa un poco lo mismo que a vosotros. Tampoco la judicialización de muchas quejas me parece que sea la solución, pues construye una Medicina defensiva que a mi parecer tampoco es positiva. Debería pues articularse la posibilidad de poder quejarse de forma constructiva, sin miedo a las represalias ni al etiquetado y sin necesidad de "matar al mensajero", pues existe una cierta desprotección frente a ello.
Un saludo
Virginia